El documento, que fue elaborado por el eurodiputado popular rumano László Tokés, profundiza la propuesta de la Comisión Europea sobre los desafíos a los que se enfrentan los Estados miembros en materia de educación superior. El Parlamento Europeo ratificó el informe el pasado 20 de abril, coincidiendo en España con la aprobación en el Consejo de Ministros de un recorte de 3.000 millones de euros en Educación.
El informe aprobado por la Eurocámara reconoce que debe incrementarse el número de licenciados universitarios para satisfacer la demanda de competitividad en el futuro. Según los cálculos de Bruselas, en 2020 el 35% de los empleos precisarán de trabajadores altamente cualificados. En la actualidad, únicamente el 26% de los asalariados tienen una preparación universitaria y existe una tasa de desempleo juvenil del 21%. Asimismo, el texto destaca que en la sociedad del conocimiento, el futuro depende de la educación, la investigación y la innovación.
Los eurodiputados entienden que las instituciones de educación superior deben adaptar sus planes de estudio y métodos de enseñanza, de manera que se cree una armonización a escala comunitaria. Asimismo, consideran imprescindible la recepción de un apoyo financiero sólido procedente de los fondos públicos. Por otra parte, tratan de fomentar el reconocimiento mutuo de titulaciones gracias a un marco nacional de cualificaciones.
Idiomas y movilidad
En este sentido, el informe pide una mayor cooperación entre los países para establecer planes de estudios comunes en los que el aprendizaje de idiomas desempeñe un papel crucial en la formación. Los europarlamentarios apoyan la propuesta de la Comisión de mejorar el reconocimiento de los estudios realizados en el extranjero y consolidar el Sistema de Transferencia de Créditos Académicos (ECTS).
Por otro lado, proponen abrir programas de movilidad 'euromediterráneos' con el fin de promover el movimiento de los estudiantes de las dos orillas del Mediterráneo y alcanzar el objetivo de que en 2020 un 20% de los titulados de Europa la disfruten. No obstante, también se pone de manifestó el peligro de «fuga de cerebros» que implica esta práctica. «En algunos Estados miembros es ya un auténtico problema social», señala.