Quiso escapar de los corsés del surrealismo y se convirtió en uno de los pintores más icónicos del siglo XX. Joan Miró se presenta en la Tate Modern de Londres con una retrospectiva de su obra que quiere demostrar su evolución sobre el lienzo y su revolución sobre los conceptos. La galería londinense titula la muestra como La escalera de la evasión.
Es la mayor exposición realizada sobre el artista en los últimos 50 años. Reúne 161 obras, entre pinturas, esculturas y dibujos, que recogen momentos de seis décadas en las que Miró reflejó su proceso interior y el que vivió Cataluña, España y Europa en esa etapa histórica.
Son trabajos que proceden de la Fundación Miró y de museos y colecciones privadas de todo el mundo. Allí están sus primeros trabajos inspirados en su tierra y su respuesta a la Guerra Civil española, la caída de Francia bajo los nazis o la dictadura de Franco.
En su propuesta pictórica infantil, sus influencias fauvistas o cubistas y su inclusión sui generis en el surrealismo había una propuesta de compromiso político que la muestra de Londres analiza contextualizando pintura e historia. Según los organizadores de la exposición, Miró es hoy un símbolo de la cultura internacional.
La exposición estará en Londres hasta el 11 de septiembre y después viajará a Barcelona y a Washington.