En declaraciones a The Guardian, Coe apuesta por un equilibrio entre las garantías de seguridad para los asistentes a los Juegos y la necesidad de hacer de Londres una ciudad amable y cómoda que deje un buen recuerdo y «ganas de volver».
El ministro de Defensa, Phillip Hammond, ha anunciado que unos 13.000 soldados se unirán al despliegue policial de 12.000 agentes durante los días que duren los Juegos. Un dispositivo que supera con mucho a los 9.500 soldados de la misión británica en Afganistán. «Será el reto más grande de seguridad que ha tenido el país en décadas», dijo.
El plan de seguridad incluye un barco de guerra atracado en Greenwich, un buque de asalto además de un importante contingente aéreo. El coste se ha disparado hasta los 553 millones de libras. Después de anunciar estos apabullantes datos, el gobierno británico dice que «los Juegos deberían ser una celebración pacífica de un acontecimiento deportivo y cultural y no una exhibición de seguridad».
El responsable de Londres2012, Sebastian Coe, asegura que habrá proporcionalidad. «Nadie quiere que la gente venga a Londres pensando que entra en una ciudad en estado de sitio, en la que le filman cada 20 pasos... No nos vamos a arriesgar. Todo el mundo sabe que estamos en un mundo complejo y esta es una gran ciudad global. Pero queremos que la gente venga y se quede con la sensación de que ha vivido un momento extraordinario».
Según una encuesta del gobierno, la cuarta parte de los londinenses cree que los días de los Juegos son un buen momento para irse de vacaciones, pero muchos otros ven una oportunidad de negocio particular. El 5% de los habitantes de la capital británica planea alquilar alguna de sus propiedades y ya está haciendo reservas con los precios por habitación disparados más del 2.000% para las dos semanas que durará el mayor espectáculo deportivo.