«Hemos decidido cancelar nuestra campaña de investigación sobre las ballenas en la Antártida en el año fiscal que se inicia en abril a causa de la reciente decisión de la justicia», ha dicho un representante de la Agencia de Pesca. Aunque seguirá cazando ballenas en el norte del Océano Pacífico y en otras zonas.
Este lunes la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, dictaminó que el programa que los japoneses llaman científico y que se dedica a la investigación sobre los cetáceos en la Antártida esconde una actividad comercial por lo que Japón debía revocar las actuales licencias de captura.
Australia, con el apoyo de Nueva Zelanda, llevó a Japón ante la corte penal en 2010. Japón había enmascarado la caza de ballenas tras un programa de interés científico, aunque era de público conocimiento que la carne de esas ballenas acabaría en la mesa de algún caro y afamado restaurante.
Japón tiene otro programa de caza de ballenas al que no afecta esta sentencia. Según Australia, Japón mató a más de 10.000 ballenas entre 1987 y 2009.