Apagada victoria de Pierluigi Bersani y la alianza de centroizquierda que han sido los más votados pero no podrán gobernar con el sosiego que la situación en Italia requiere, le pisa los talones la coalición de centroderecha que capitanea Silvio Berlusconi, las leyes que él mismo aprobó cuando estaba en el gobierno le favorecen.
Bersani cuenta con la mayoría en la cámara baja. Un mayor número de votos, muy pocos, apenas unos 161.000 le dan la mayoría absoluta según la complicada ley electoral italiana que garantiza una mayoría del 54 % al partido más votado. En el Senado le perjudica. Aunque tiene más votos que Berlusconi, el reparto por regiones favorece a este último y hará de la política italiana un galimatías en los próximos meses.
La RAI daba como posibles en el Senado 112 escaños para el bloque de Berlusconi, 105 para la alianza de centroizquierda, 64 para Grillo y 20 para Monti. La mayoría en el Senado es de 158 legisladores.
El resultado de Beppe Grillo ha sido sorprendente, actor y cómico encabeza el «Movimiento cinco estrellas», habría conseguido un 20 % de los votos. Este hombre que se ha desgañitado contra los políticos y que ha dicho que no pactaría con ninguna formación, ha resultado ser el vencedor moral de los comicios. Para más sarcasmo no ha podido presentarse como candidato por haber sido condenado por homicidio en 1980 como responsable de un accidente de coche en el que murieron tres personas.
El resultado del Pueblo de las Libertades, una fusión de la Alianza Nacional y Forza Italia la formación de Silvio Berlusconi, es sorprendente. Cuando se lanzó a la campaña en diciembre no parecía tener muchas posibilidades pero ha hecho una veloz remontada. De nada han valido los escándalos sexuales, ni las acusaciones de corrupción, el carisma de Berlusconi puede con todo.
El gran perdedor sin duda es Mario Monti, actual primer ministro y la esperanza de la Unión Europea. No ha conseguido convencer a sus compatriotas en los trece meses que ha estado en el gobierno. El antiguo comisario de la Unión Europea que reemplazó a Berlusconi en noviembre de 2011 en el cargo de primer ministro, ha impuesto drásticas medidas de austeridad, una reforma laboral que le ha enfrentado con los sindicatos y ha hecho equilibrios para no tener que pedir un rescate a la UE.
Monti es muy respetado en los medios económicos, pertenece al Grupo Bilderberg formado por banqueros, políticos y financieros de todo el mundo, fue asesor del grupo Goldman Sachs, que no ha jugado un papel muy honorable en la crisis de la eurozona. Un curriculum que no le ha servido para ganarse la simpatía de los italianos que han dejado en las urnas su opinión.