Como el «cambio valiente» de un gobierno que «devuelve a los italianos el dinero que les corresponde» define el primer ministro italiano Matteo Renzi el decreto que acaba de aprobar su ejecutivo. Reducirá de una forma significativa el impuesto sobre la renta de los ciudadanos, un plan que le costará al estado 7.000 millones de euros en 2014. La rebaja se aplicará a los 10 millones de trabajadores que ganan un salario por debajo de los 25.000 euros al año, que verán aumentar su sueldo en unos 80 euros al mes.
La pregunta fundamental que se hacen los italianos estos días es de dónde va a sacar el Gobierno ese dinero. Según el subsecretario del presidente del Consejo de Ministros, Graziano Delrio «vendrá del ahorro en el gasto público y de los recortes a los sectores más productivos.» El objetivo es reducir la mayor cantidad posible este año para poder llegar a los 14 mil millones en 2015.
También anunció una rebaja de un 10 % del Impuesto regional sobre las actividades productivas (IRAP) que se financiará con un aumento de entre el 20 al 26 % del impuesto a los ingresos financieros.
El objetivo principal de esta medida que se aplicará a partir de mayo es estimular la demanda interna. El decreto forma parte del DEF, (documento de economía y finanzas), programa económico del gobierno de Renzi, que contiene todas las medidas que el Gobierno adoptará a lo largo de la legislatura.
Otro punto crucial del plan es la reforma de las pensiones, en la que desempeña un papel importante la jubilación anticipada, a este respecto, el diputado del PD (Partido Democrático) Cesare Damiano ha afirmado que «la necesidad de un relevo generacional es fruto de la decisión de elevar la edad de jubilación. A esta fuerte subida le seguirá un aumento del desempleo que afectará al sector público más que al sector privado «.
Respecto a la reducción del gasto público se prevé que se establezca un techo en el sueldo de los funcionarios de 240.000 euros, una reducción que afectará a muchos directivos, y que permitirá un ahorro de unos 700 millones de euros. Una parte de esa reducción del gasto corresponderá al ministerio de Defensa, una cuestión que ha levantado un gran revuelo en Italia por el programa de compra de los carísimos aviones de guerra F-35, que el decreto establece que se revisará parcialmente.
También reducirá el coste de la política, con un ahorro previsto de unos 900 millones de euros, algo esencial para Renzi, sobre todo para conseguir credibilidad frente a su electorado y a los ciudadanos en general, El primer ministro italiano ha dicho que «los organismos constitucionales como la Cámara de los Diputados, el Senado, la jefatura del Estado o el Tribunal Constitucional tendrán que contribuir ajustando sus presupuestos en «al menos» 55 millones de euros cada uno.
Cada ministerio podrá mantener un máximo de cinco «coches azules» (el color de los automóviles al servicio de los políticos), los que sobren deberán ser subastados, algo que ya han empezado a hacer en las últimas semanas. Una medida de escaso valor económico que reportará pocos millones de euros, pero se trata de un guiño a los ciudadanos, y Matteo Renzi, no quiere que las elecciones europeas le cojan desprevenido.
También habrá recortes para las autoridades independientes y cámaras de comercio, junto con una reducción significativa de las sociedades que colaboran con las autoridades locales italianas, que pasarán de 8000 a 1000 en tres años. La lucha contra la evasión fiscal puede aportar a Hacienda unos 1000 millones de euros más (aunque el decreto se cura en salud y habla solamente de unos 300 millones).
El nuevo decreto trata de hacer un «país más simple», en el que una menor burocracia y mayor transparencia de la administración pública adquirirán mayor importancia en las próximas reformas. Para garantizar más transparencia de la administración pública, los entes locales y centrales del estado deben publicar en la red todos los gastos en los 60 días posteriores a una compra.
Tal vez sea este uno de los puntos más interesantes de la reforma, ya que permitirá mejorar los gastos públicos y comparar los presupuestos de todas las entidades.
Matteo Renzi ha puesto mucho interés en esta reforma que cree será «el comienzo de un verdadero cambio económico y cultural del país. «