A Croacia, porque le queda pendiente enfrentarse a España; y a Italia porque se queda con solo dos puntos, a la espera de superar a Irlanda en el próximo encuentro. Los dos conjuntos dependen de ellos mismos.
Este jueves, Italia demostró que sigue sabiendo hacer buen fútbol, pero supo que nunca hay que infravalorar al rival, porque Croacia demostró talento y, sobre todo, fuerza. Aun así, los azzurri arrancaron el encuentro con una sucesión de posibilidades que protagonizó su delantero Balotelli, quien creó peligro pero no tuvo acierto en los tiros.
La ambición de Italia por hacerse con el partido movilizó a sus hombres. Además de Balotelli, Pirlo, Cassano y Maggio inquietaron a una selección croata, que se replegaba ante las acometidas italianas. Tras una falta, a balón parado, Pirlo lanzó, rozó el poste y la pelota entró para dar el 1-0 a la tetracampeona del mundo.
En la segunda parte, resurgió la gran figura croata, Modric, hasta ese momento apagado. En cinco minutos, dos ocasiones de gol para asustar a los italianos que, sin embargo, siguieron su ritmo sin dejarse intimidar. En busca del empate, se volcaron sobre el área italiana, defendieron las subidas de Balotelli y mantuvieron una ofensiva constante. Con ese ímpetu, Mandzukic empató el partido en el minuto 72 y sumó su tercer gol en la competición.
El resto del partido fue un ir y venir del balón con intentos desesperados de las dos selecciones por hacer el tanto de la victoria, pero el partido terminó con reparto de puntos y muchas incertidumbres para la última jornada.