Dos presuntos traficantes fueron detenidos al llegar al puerto siciliano de Augusta dos buques de la marina italiana con más de 1.500 inmigrantes que habían recogido en el mar. En las operaciones de rescate han intervenido hasta ocho barcos.
Uno de los inmigrantes estaba muerto y otros dos en estado crítico, según el comandante del buque anfibio San Giusto, el capitán Mario Mattesi, «el muerto y los otros dos mostraban signos de un probable envenenamiento por dióxido de carbono y quemaduras de la gasolina que había en la lancha».
Según la Organización Internacional para la Migración las llegadas se intensificarán. La mayoría de los inmigrantes pagan a bandas de traficantes más de 1.000 dólares por el viaje desde Libia que está inmersa en el caos.