El nuevo sistema de financiación comenzará a partir de 2014, cuando se irá reduciendo gradualmente la aportación estatal. En el primer ejercicio fiscal se reducirá un 40%, que será del 50% a partir de 2015 y el 60% en 2016, en que desaparecerá definitivamente. Los partidos, que tendrán que publicar sus cuentas en sus webs, y deben asegurar la transparencia y la democracia interna.
Según el proyecto de ley, que cuenta con el visto bueno de las formaciones más importantes de centroizquierda y centroderecha, los particulares que aporten donaciones tendrán desgravaciones fiscales que pueden llegar al 52% del importe donado, entre los 50 y los 5.000 euros y del 26% para importes superiores, que no podrán ser de más de 20.000 euros. También se podrá señalar en una casilla de la renta.
Uno de los escándalos políticos más importante de los últimos años, relacionado con la financiación de los partidos, se descubrió en 2012 con la supuesta apropiación indebida y estafa del tesorero de la Liga Norte, Francesco Belsito, que pudo haber desviado unos 200.000 euros a la família de su líder Umberto Bossi, socio de coalición -en aquel momento- de Silvio Berlusconi.