En Islandia, país candidato a la adhesión a la UE, prácticamente todos los niños gozan de buena salud y disfrutan de una buena educación. Solo dos de cada mil niños menores de 5 años pierden allí la vida, mientras en Somalia mueren 180. Son datos del Mapa de la Supervivencia Infantil 2012 que ha elaborado Save the Children, en el que España ocupa el puesto 20 entre 171 países. La conclusión es que hay que invertir más en salud materno-infantil y educación.
Valorando la tasa de mortalidad infantil y los niveles de educación primaria y secundaria, entre los diez países con mejores resultados, nueve son europeos. Con Islandia, están Suecia, Austria, Italia, Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo y Estonia. España, en el puesto 20, está por debajo de Portugal y Grecia y al mismo nivel que Bielorrusia, pero los autores del informe dicen que en ese grupo de cabeza, las diferencias en términos de supervivencia o escolarización son mínimas. Sorprende que aún más abajo están países con alto nivel de vida como Dinamarca u Holanda. Estados Unidos ocupa el puesto 31.
Save the Children reconoce que se ha avanzado enormemente en las últimas décadas. El número de niños que muere al año sin haber cumplido los 5 se ha reducido de unos 12 millones en los 90 a 6,9 millones en la actualidad. Son datos optimistas que, sin embargo, a juicio de la organización, enmascaran una creciente desigualdad entre país, porque entre los que están a la cola más de la mitad de los nacimientos no son atendidos por personal cualificado, casi un tercio de los niños sufre desnutrición y uno de cada seis niños no recibe educación primaria.
El informe revela los incumplimientos de los Objetivos del Milenio fijados en 2000. «A finales de la primera década del 2000 la desnutrición crónica se redujo tan solo un 10% y la desnutrición aguda aumentó un 1,2%. Estos datos infican que la crisis de la triple F -Financial, fuel, food prices- financiera, de combustible y de precios de los alimentos, está teniendo un gran impacto en la nutrición de los niños», dice Save the Children en un comunicado.
No se hace referencia a la repercusión que la crisis económica y financiera en los países ricos está teniendo en la ayuda al desarrollo, pero parece que la relación es evidente, cuando los autores del informe señalan que «es posible reducir las diferencias invirtiendo en sectores como la educación o la salud materno-infantil y por ello pedimos a los gobiernos que aumenten su inversión en los programas de salud y educación de los países en vías de desarrollo».