Los gastos de la Política Agraria Común (PAC) se llevan la mayor tajada del presupuesto de la Unión europea, más del 40%, una cantidad multimillonaria para ayudas al campo europeo. Este martes, la Comisión ha desvelado que las irregularidades en el uso de los fondos agrícolas ascienden a 346,5 millones de euros y exige su reembolso.
Dacian Cioloș, comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, ha declarado que este ejercicio sigue siendo un instrumento muy importante a la hora de garantizar que los Estados miembros lleven a cabo suficientes controles que garanticen una utilización adecuada del dinero del contribuyente.
Las irregularidades se han detectado en 20 de los 27 países de la UE y afectan en general a deficientes procedimientos de control o incumplimiento de las normas comunitarias sobre gastos agrarios.
Grecia añade un borrón más a su larga lista de desencuentros con la UE.105,5 millones de euros se usaron sin controles suficientes y otros 18,5 fueron para medidas de desarrollo rural con deficiencias graves y persistentes, según la Comisión. Ahora tendrá que devolver el dinero.
Tampoco España sale bien parada. Bruselas exige que devuelva 47,5 millones de euros por gastos no subvencionables y deficiencias de control en el sector de frutas y hortalizas, sobre todo en costes de gestión medioambiental del envasado no subvencionables. La Auditoría revela además incumplimiento de plazos de pago y de límites financieros.
En general, las mayores irregularidades se han detectado en el sector del algodón y a la hora de aplicar las ayudas por superficie.
Francia y España son los principales beneficiarios de la Política Agraria Común, cuyo peso en los gastos totales de la UE se pretende rebajar hasta el 31% en 2013.
Los subsidios agrícolas de la Unión Europea son además uno de los puntos conflictivos de la ronda de Doha para la liberación del comercio mundial. Los países en desarrollo exigen cambios a los países más ricos que permitan una competencia equitativa.