Para acercar todos los países de la zona euro a la Unión bancaria, uno de los pasos claves es romper el bínculo entre la deuda bancaria y la soberana. El último acuerdo sobre el Mecanismo Único de Supervisión con el Parlamento Europeo es uno de los aspectos que más destaca la presidencia irlandesa, que ha llegado al ecuador de su mandato.
Otra de las mayores dificultades de esta presidencia son las discusiones con el Parlamento Europeo en temas clave como el presupuesto 2014-2020. En febrero se alcanzó un acuerdo para el Marco financiero Plurianual que debe cerrarse antes de julio. Sí se acordó con la eurocámara, el llamado «Two Pack», que comporta una serie de medidas que tendrían que consolidar el crecimiento y el empleo, principalmente el juvenil. Este es uno de los campos prioritarios de la presidencia, tras aceptar todos los Estados -no sin dificultades- que se destinarán unos 6.000 millones de euros hasta 2020 para luchar contra el paro juvenil. Es la denominada Garantía Juvenil, que se acordó en febrero.
Otros aspectos que destaca la presidencia irlandesa son los avances realizados en la Política Agraria Común (PAC) y el reglamento sobre seguridad en las actividades extractivas en el litoral, principalmente las exploraciones de gas y petróleo. En estos tres primeros meses del año también se ha llegado a un acuerdo sobre la protección de las víctimas de la violencia de género en toda Europa y la propuesta de una directiva sobre protección de datos.