El delegado del Gobierno francés, Pierre de Bousquet, ha informado que tres de las víctimas fueron sorprendidas por la avalancha de agua en un camping de Lamalou les Bains, en el departamento de Hérault (con capital en Montpellier). La principal hipótesis apunta a que un dique de contención cedió y generó una ola que arrasó con todas las caravanas que estaban aparcadas en el lugar.
Tal fue la violencia de la riada que una de las víctimas se encontró en otro punto de la localidad, mientras que las otras dos aparecieron dentro del camping. El delegado también ha asegurado que se está trabajando para encontrar a los desaparecidos a pesar de las dificultades de acceso al lugar.
Por otro lado, también ha indicado que la otra víctima es una mujer que se ahogó al ser arrastrada por el agua en la zona de Aveyron. Además, los bomberos han llevado a cabo más de 200 intervenciones en la región de Hérault, una zona que continúa bajo riesgo de fuertes precipitaciones.
Las riadas castigan Croacia
Las regiones centrales de Croacia también se han visto afectadas por las lluvias torrenciales especialmente intensas durante el fin de semana provocando destrozos en casas y fábricas, hay varias carreteras cortadas y se han evacuado numerosas aldeas. El gobierno ha declarado el estado de emergencia en la localidad de Nedelisce, en el norte del país.
La capital croata (Zagreb) también ha sufrido la crecida del río Sava, donde se inundaron cerca de 20 casas y automóviles, y los bomberos han estado sacando agua de numerosos sótanos. Además, la ciudad de Sisak se encuentra bajo alerta, ya que se esperan el desborde de los ríos Kupa y Sava.
Suecia y Dinamarca, los primeros en sufrir inundaciones
Suecia y Dinamarca fueron los primeros países donde se ha registrado inundaciones. A principios septiembre los buzos y socorristas suecos tuvieron que actuar en Malmö, para rescatar a varias personas encerradas dentro de un autobús. Tras este incidente los autobuses de la ciudad dejaron de realizar sus rutas habituales y varios camiones quedaron atascados en las carreteras inundadas. La misma suerte corrió la capital danesa (Copenhague), donde los equipos de bomberos estaban desbordados. No solo la lluvia ha afectado a los países nórdicos. Suecia ha sufrido este verano uno de los incendios más devastadores de los últimos años, y las autoridades tuvieron que pedir ayuda a otros gobiernos europeos.