En un discurso televisado Poroshenko ha dichp que muchos diputados actuales son partidarios del derrocado presidente Viktor Yanukovich, y que la mayoría de los ucranianos quiere un nuevo parlamento.
A la reunión han asistido la jefa de la política Exterior de la UE, Catherine Ashton, y los líderes de Bielorrusia y Kazajstán. «Es difícil esperar ningún avance importante hoy, pero debemos empezar a avanzar hacia la paz», ha dicho el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, anfitrión de la reunión.
Ucrania denunciaba este lunes la entrada al país de soldados rusos, tanques y blindados, quienes habrían traspasado la frontera en una «misión especial», mientras que desde el Ministerio de Defensa de Moscú afirman que llegaron a la república vecina por accidente.
«No fue un error, sino que estaban llevando a cabo una misión especial», dijo el portavoz militar ucraniano Andriy Lysenko.
Los servicios de seguridad ucranianos desvelaron el lunes imágenes de vídeo en las que se muestra a supuestos soldados rusos capturados por fuerzas ucranianas, mientras luchaban junto con los rebeldes favorables a Moscú en territorio ucraniano.
Los soldados rusos fueron detenidos con sus documentos personales y armas cerca de la ciudad de Amvrosiyivka, en la región de Donetsk. Uno de ellos, que se identificó como Ivan Milchakov, dio sus detalles personales, así como el nombre del regimiento de paracaidistas al que pertenece en la ciudad rusa de Kostroma.
«No sé dónde cruzamos la frontera. Sólo nos dijeron que íbamos a una marcha de 70 km durante tres días», dijo.
«Ahora todo es diferente, no como lo muestran en televisión. Hemos venido como carne de cañón», decía en el vídeo.
Fuentes del Ministerio de Defensa ruso, reconocen que son suyos los soldados que fueron capturados en la frontera de Ucrania, aunque afirman que la cruzaron «por error».
En las imágenes de vídeo, colgadas en la página de Facebook de la «operación antiterrorista» del Gobierno ucraniano, los hombres llevan uniformes de camuflaje. Las Imágenes se han visto el mismo día en que los presidentes de ambos países se reúnen en la capital bielorrusa de Minsk para tratar de acabar con el conflicto.
Horas antes de la reunión, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que la crisis de Ucrania no puede resolverse a con una mayor escalada militar o sin el diálogo con los representantes de las regiones de habla rusa del este del país.
Asimismo, ha indicado que la economía rusa podría sufrir una pérdida de 100.000 millones de rublos (2.770 millones de dólares) si los productos europeos llegan al mercado ruso a través de Ucrania después de que Kiev haya firmado un acuerdo comercial con la UE.
En este sentido, Putin ha advertido de que Moscú responderá con medidas comerciales si esto ocurriera y ha dejado claro que tanto Bielorrusia como Kazajistán, socios en la unión aduanera que lidera Rusia, también se verían afectados.
Por otro lado, Poroshenko ha instado a respaldar su plan de paz de 15 puntos, que incluye el desarme de las milicias prorrusas y la descentralización de Ucrania, aunque se muestra dispuesto a debatir otras vías de solución de la crisis.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaraba ayer que «nuestra postura es muy clara: queremos la paz en Ucrania, que solo se puede alcanzar mediante un amplio diálogo nacional en el que participen todas las regiones y todas las fuerzas políticas del país. Esto es lo que Rusia, EE.UU, la UE y Ucrania acordaron en Ginebra el 17 de abril».
Por otra parte, el convoy de 1.900 toneladas de ayuda humanitaria al pueblo ucraniano, está de vuelta en la Federación rusa tras haber traspasado la frontera con Ucrania por una zona rebelde y sin autorización.
A ja vez que el convoy emprendía su camino de regreso, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunciaba que Rusia enviará otra nueva caravana de ayuda humanitaria, pero que esta vez, pactarán las condiciones con Kiev.