El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha calificado de «claramente injustificado» el trato que los inversores están dando a España e Italia y ha pedido a los líderes de los 27 que aceleren los trámites parlamentarios para ratificar los acuerdos tomados por el Consejo Europeo sobre Grecia y la flexibilización del fondo de rescate europeo. En la misma línea se ha pronunciado el presidente del Consejo, Herman van Rompuy, después de hablar este miércoles con el presidente del gobierno español. Zapatero ha suspendido sus vacaciones para reunirse hoy con varios ministros y analizar la situación, aunque ya había anunciado que habrá nuevas medidas de ajuste este mismo mes.
El gobierno italiano también se mueve en defensa de su economía y el ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, se ha entrevistado con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y ha hablado con el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, quien confía plenamente en que Italia ponga en marcha las medidas necesarias para frenar los ataques financieros. El primer ministro, Silvio Berlusconi, hablará hoy ante el Parlamento, igualmente para defender su economía.
En suma, movimientos de apoyo que se suceden a la declaración de la Comisión Europea de que no hay ningún rescate previsto para los países que sufren esta semana las mayores turbulencias, además de España e Italia, Chipre.
Pero poco más. Aparte de la confianza en la estabilidad de la zona euro que provocaría la aprobación definitiva del segundo rescate griego, hay poco margen de maniobra para frenar a los especuladores. Muchos miran hacia el Banco Central Europeo como única opción de salvamento si decide reanudar la compra de títulos de los países más asediados.