Unicef España y la Fundación Pere Tarrés, alertan en un informe conjunto de que niños de familias de inmigrantes que viven en España van al colegio sin desayunar o sin lavarse porque en sus casas carecen de agua. El informe titulado Abriendo ventanas. Infancia, adolescencia y familias inmigradas en situación de riesgo social, pone de manifiesto que los ayuntamientos ponen problemas a la hora de que las familias inmigrantes empadronen a los niños y eso impide que estos tengan acceso a servicios básicos como la sanidad.
Los niños de familias inmigrantes tienen a menudo dificultades para su formación. «Los cambios continuos en los programas de enseñanza, la no inclusión de la diversidad cultural en el currículo académico y la incomprensión entre las familias y los colegios son barreras a las que deben hacer frente». Además los niños que no son hispanos no conocen suficientemente el idioma y muchas familias tienen graves problemas económicos.
Las autoras del informe, Violeta Quiroga y Ariadna Alonso, de la Fundación Pere Tarrés han entrevistado a 106 profesionales que trabajan con niños de familias inmigrantes y a ocho menores. Entre las consecuencias a las que han llegado están las dificultades que encuentran las familias a la hora de empadronar a los niños, unas veces por los requerimientos de los ayuntamientos, otras por la propia familia que se traslada frecuentemente de lugar de residencia. Los que están acogidos en centros de protección y que no cuentan con el documento de identificación con una fotografía tampoco se puede empadronar.
Sin estar en el padrón municipal los menores no tienen acceso a los servicios sanitarios. Violeta Quiroga, ha dicho en la presentación del informe, que incluso han detectado casos de retirada de tarjetas sanitarias de forma arbitraria por falta de otra documentación.
En sus casas los niños también tienen problemas, carecen de la suficiente supervisión parental, sufren violencia como medida correctora y es frecuente la confrontación entre padres e hijos .
En 2009 había en España 971.479 menores de nacionalidad extranjera, es decir el 12% de la población menor de 18 años, estaban concentrados en Cataluña el 21%, Madrid el 18%, la Comunidad valenciana el 14% y Andalucía el 12%.