DOHA, (IPS) - El Tribunal Supremo de India ha negado la solicitud de patente de un medicamento contra el cáncer que fabrica el laboratorio suizo Novartis. Significa un duro golpe para la industria farmacéutica transnacional que pretende incrementar su presencia en ese apetitoso mercado.
Tras un largo proceso, el tribunal indio ha denegado la patente al fármaco Glivec. Novartis presiona desde 2004 a Nueva Delhi para que la proteja de las compañías locales que fabrican medicamentos genéricos. El dictamen indica que el fármaco para el cual Novartis solicitaba una patente de venta local «no cumple con el análisis de innovación o inventiva» requerido.
La industria de medicamentos genéricos en India
India prohibió en 1970 las patentes de medicamentos, impulsando el crecimiento de la industria de fármacos genéricos locales.
Pero un acuerdo de la Organización Mundial del Comercio, puesto en marcha en 2005, obligó a India a otorgar patentes de algunos fármacos. Aun así, ese país sigue siendo uno de los mayores fabricantes de genéricos del orbe, al suministrar alrededor del 20 por ciento de los que se utilizan.
La industria farmacéutica india, que ha crecido entre un 16 y un 17 por ciento en los últimos años, es ya la tercera en volumen del mundo y está evaluada en unos 26.000 millones de dólares. Se estima que elabora unos 60.000 medicamentos diferentes.
De los fármacos contra el VIH/SIDA comprados por organizaciones que luchan contra esta enfermedad, como The Global Fund, alrededor del 80 por ciento son genéricos adquiridos en India, según un estudio de 2010.
La firma farmacéutica presentó un recurso en 2009 ante el Tribunal Supremo contra una ley que prohíbe las patentes para nuevas formas de medicamentos ya conocidos, pero no radicalmente diferentes.
Sohail Rahman, corresponsal de Al Jazeera en Nueva Delhi, explica que el fallo significa una «enorme desilusión» para Novartis, pues permite que los laboratorios indios sigan produciendo medicamentos genéricos más baratos para consumo local e internacional.
Sin embargo, el dictamen podría generar dudas sobre si India viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), apunta Rahman.
Este caso es el más significativo de los muchos que han caracterizado la lucha de patentes en India y puede tener profundas consecuencias a la hora de definir el grado de protección legal para las grandes firmas farmacéuticas que operan en un mercado lucrativo como el de este país, con 1.200 millones de habitantes.
Antecedente peligroso
La compañía suiza amenazó con interrumpir el suministro de nuevos medicamentos a India si el dictamen no le era favorable, informó el domingo The Financial Times, de Londres. «Si la situación se mantiene como hasta ahora, todas las mejoras que se hagan a un compuesto original no tendrán protección (legal) y esos fármacos probablemente no lleguen a India», ha dicho Paul Herrling, encargado de la dirección ejecutiva de este caso.
Pero la abogada Leena Menghaney, de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), dice que una victoria legal para Novartis sentaría "un precedente peligroso y pondría en grave peligro la legislación de India contra el 'evergreening'" (perpetuación), como se conoce a la práctica de hacer pequeñas modificaciones a medicamentos ya existentes y patentarlos de nuevo.
«Sería una situación nefasta para la población del mundo en desarrollo que depende de fármacos genéricos fabricados en ese país. Puede afectar seriamente al acceso a los medicamentos», advierte.
Las compañías fabricantes de genéricos de India, conocida como la «farmacia del mundo en desarrollo», han sido las mayores proveedoras de medicamentos para enfermedades como el cáncer, la tuberculosis o el VIH/SIDA, para quienes no pueden pagar el compuesto de marca, más caro.
La diferencia de precio entre el fármaco genérico y el de marca es fundamental para las personas más pobres en todo el mundo, según MSF. La organización señala que una terapia mensual con Glivec, conocido como «santo remedio» por los resultados en el tratamiento de formas letales de leucemia, cuesta 4.000 dólares, mientras que la versión genérica se puede comprar en India por 73 dólares.
En el caso específico de este medicamente, Rahman subraya que la mayoría de los pacientes de India ni siquiera pueden comprar la versión genérica, pues el salario mensual es de unos 120 dólares de media.
Novartis, en este caso, y la industria farmacéutica, en general, arguyen que los laboratorios de India impiden la innovación y reducen los incentivos comerciales para la producción de fármacos de vanguardia.