La comisaria Reding, que no ha debido de olvidar la trifulca que mantuvo en público con el ministro español de Justicia, Francisco Camaño, que impulsaba una euroorden para víctimas de maltrato ha presentado este miércoles el paquete de medidas que se comprometió entonces a plantear.
El objetivo de estas medidas es «tener una seguridad jurídica para todas las víctimas, estén donde estén, vayan a donde vayan». Se trata de asegurar la misma protección a todas las personas que sean víctimas de un crimen dentro de la UE, independientemente del Estado miembro en el que ocurra el suceso y garantizando esta protección si viaja a otro país de la UE. Aunque la protección deja mucho que desear en el caso de las mujeres maltratadas, el proyecto prevé que los agresores de cualquier tipo de delito sean informados del país de la UE al que se ha desplazado su víctima y de su dirección para que sepa exactamente a qué zona no debe acercarse. En España se mantiene en secreto el lugar en el que vive la víctima de violencia de género para que su agresor no pueda llegar hasta ella. A la comisaria le ha parecido una cuestión menor que se irá puliendo durante las negociaciones con el Parlamento Europeo y el Consejo, que deben dar el visto bueno a la propuesta.
Viviane Reding, ha criticado el apoyo a las víctimas de delitos en España diciendo «Hay otros países en los que el apoyo de las víctimas es muy bajo. España es uno de ellos, pero ya hemos hablado demasiado de España» y ha pasado a alabar el modelo británico, en el que, según ha aclarado, los fiscales, jueces y agentes de policía reciben formación específica y existen medidas de «protección fuertes» y un sistema de apoyo a las víctimas «bien financiado».
Se calcula que 75 millones de personas, en toda la UE pueden ser víctimas de violencia en un año, mientras que las leyes vigentes en los países son muy diferentes. Por eso se hacen necesarias medidas que garanticen los derechos de las víctimas independientemente de su procedencia o lugar de residencia.