Pastor y su homólogo francés, Frédéric Cuvillier, han subido juntos al tren Barcelona-París, que hará una parada en Perpiñán para la inauguración oficial. Aunque los trenes directos han comenzado a funcionar a las 7,15 de la mañana.
La alta vecidad en los dos países ya funcionaba pero separada por los Pirineos. Los viajeros debían descender del tren en Figueres (Girona) y esperar entre 12 y 22 minutos para subir a otro convoy. A partir de este domingo el trayecto es directo, habrá cinco trenes diarios por sentido que tardarán seis horas y media en llegar a su destino.
Hay otras rutas: Madrid-Marsella, que se hará en siete horas, Barcelona-Toulouse, en tres horas y Barcelona Lyon en cuatro horas 53 minutos. Ya se han vendido 30.000 billetes para estas líneas. El precio entre Barcelona y París es de entre 59 y 170 euros con paradas en Girona, Figueres, Perpiñán, Narbona, Montpellier, Nimes y Valence.
Entre Madrid y Marsella, cuesta entre 89 y 171 euros, que conectará también con Barcelona, Girona, Figueres, Perpiñán, Montpellier, Nimes, Aviñón y Aix-en-Provence.
El servicio lo prestarán la empresa española Renfe y la francesa SNCF. Cada una de ellas ha aportado en principio diez trenes de alta velocidad y han cooperado en el proceso de homologación.