Por Ángela Gonzalo
Tempestades atmosféricas, económicas y políticas han centrado la actualidad de la última semana de abril. Los pasajeros que intentaban llegar al aeropuerto de Bilbao el miércoles debieron dudar si viajaban en un avión o se encontraban dentro de una montaña rusa en un parque de atracciones. Le llaman ciclogénesis explosiva y la encargada de demostrar la habilidad de los pilotos se llama Petra, una profunda borrasca que cruzó el norte de España con rachas de viento de hasta 153 kilómetros por hora.
Tormenta, depresión, tsunami, lo que vive la economía europea parece que ya no tiene nombre, esta semana la crisis se ha llevado por delante a varios gobiernos. En Holanda, el primer ministro Mark Rutte, no consiguió aprobar un paquete de medidas de austeridad para reducir el déficit presupuestario y ha presentado su dimisión. En Chequia, el jefe del ejecutivo, Petr Neca, salvó «in extremis» la moción de confianza, pocos días después de que se rompiera la coalición tripartita de centroderecha por los recortes en educación y transportes. En Rumanía el gobierno del tecnócrata Mihail Ungureanu, no ha llegado a estar 100 días en su cargo. La semana que viene hay elecciones en Francia, Grecia e Italia.
Luciano Benetton, ha decidido la fecha de su despedida a los 77 años cediendo la presidencia del famoso grupo de moda a su hijo Alessandro. Figura relevante del capitalismo transalpino, dotado de una voluntad de hierro y ayudado por intuiciones geniales, convirtió un pequeño negocio textil en uno de los símbolos del «made in Italy». En 1986, apareció en un célebre anuncio de American Express preguntando «¿Usted me conoce?» Se hizo famoso y años más tarde lanzó sus provocativas campañas de «United Colors of Benetton». Las pistas de su éxito las dio esta semana al ceder la empresa a su hijo «Concebir, imaginar, innovar: esto hacía, hace y siempre deberá hacer un emprendedor».
En el sur de Italia la economía no es tan boyante. El director del Museo de Arte Contemporáneo, Antonio Manfredi, ha decidido ir a las barricadas para llamar la atención de los políticos. Va a quemar algunas obras que alberga el museo, con permiso del artista, para denunciar los recortes presupuestarios que afectan a la cultura. Acusa a la Camorra de controlar los negocios con problemas económicos, por lo que llegan menos donaciones al Museo situado cerca de Nápoles. Critica la indiferencia del gobierno y amenaza con quemar cerca de 1.000 obras de arte De momento han caído tres obras en el último mes. La última es de la artista alemana Astrid Stofhas... titulada «Fútbol»
«Cuando las barbas de tu vecino veas quemar, pon las tuyas a remojar». Perfectamente perfilados, recortados, peinados y colocados. Así lucían en las caras de los 163 participantes en el campeonato del mundo de bigotes y barbas celebrado en Alemania. La competición arranca con un desfile, luciendo palmito delante de 7 jueces que buscan el mejor ejemplar en 18 categorías que van desde el bigote imperial, al mostacho daliniano o bigote de estilo libre... Algunos llevan meses dejándose crecer el pelo para poder participar en el evento. Alemania, barbas, quemar..... ¿advertencia?