Desde hace más de un mes yace, encallado entre las rocas de la isla de Giglio, el crucero «Costa Concordia». Como si de una metáfora de la Europa en crisis se tratara, cada semana nos llegan imágenes del barco inmóvil, abandonado a su suerte. Ese barco en el que unos 4.200 pasajeros disfrutaban de la fiesta, cuando un capitán quiso mostrar su «chulería» y se acercó demasiado a una zona peligrosa. Como si todo fuera posible, ¡hasta esa locura! 114.000 toneladas de confort, 1.500 camarotes y 300 metros de eslora, permanecen desde el 13 de enero vapuleados por el mar... como Europa a merced de los especuladores. En el «Costa Concordia» había un peligro que ,hasta ahora, se ha podido evitar. Que lanzara al mar 2.400 toneladas de combustible. Esta semana, las autoridades italianas han comenzado a extraerlas. De momento con éxito.
A pocos kilómetros de la costa italiana, otro país, Grecia, nos mostraba una de las imágenes más crudas de la realidad europea. Edificios incendiados y miles de personas en la calle rechazando los recortes en el estado de bienestar y por supuesto.... en sus salarios. Lo hacían mientras el Parlamento aprobaba las medidas que les exigen la UE, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. España ha cerrado este domingo la semana con manifestaciones multitudinarias contra la reforma laboral. Decenas de miles de personas se han manifestado en las principales ciudades para criticar los recortes sociales llevados a cabo por el gobierno.
En China dos hombres se reunían con el presidente chino, Hu Jintao.. Eran Jose Manuel Durao Barroso, y Herman van Rompuy. Han hablado poco de derechos humanos y mucho de inversiones de Pekín, pero sólo han conseguido ambiguas promesas del «tigre» asiático. Curiosamente, mientras los máximos representantes de la UE se entrevistaban con Jintao, que ya no tiene mucho futuro en China, en Estados Unidos, Barack Obama se reunía con el hombre de futuro del gigante asiático. El actual vicepresidente -y posible sucesor de Jintao-, Xi Jinping.
En Europa la semana nos deja también imágenes para observar con atención. Hemos visto a Angela Merkel «tocada» en política interior. No le ha quedado otra que aceptar la dimisión del presidente germano acusado por la fiscalía de «cohecho y tráfico de influencias» Christian Wulff , el candidato de Merkel a la presidencia alemana, está acusado de haber ocultado un préstamo ventajoso, presionar a la prensa y recibir regalos. ¿Suena a algo, no? Alemania, que critica a los países mediterráneos de no frenar la especulación, también sufre la corrupción en su propia casa.
Mientras eso ocurría en Berlín, desde París nos llegaba el anuncio de Sarkozy de presentarse a la reelección a las presidenciales francesas de mayo. ¡Nada nuevo! Pero sí sorprendía su nuevo amigo. Una de esas imágenes que se quedan en la retina. El primer ministro británico, David Cameron y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, estrechaban su amistad. Parecía que las reformas de la UE y el impuesto de transacciones financieras los había separado, pero nada más lejos de la realidad, al menos ante las cámaras. Ahora les une la energía nuclear civil, varios proyectos militares e inversiones en materia de investigación y educación.
Y la última imagen de la semana que recogemos en este resumen, habla de frío polar o siberiano,-depende de donde sople el viento- que ha matado a 650 personas en el este de Europa. Un frío que ha intentado esquivar la comisaria de cultura, Androulla Vassilliou en su traje de pieles a la llegada a la Berlinale, donde ha insistido en la buena salud del programa MEDIA que impulsa al cine europeo. Dos de las películas más premiadas de este año «La piel que habito» y «The Artist», han recibido apoyo económico de la UE.