Igualdad de género para mejorar el crecimiento y el empleo

La igualdad de género no es sólo un objetivo socialmente deseable, sino también un objetivo esencial para el crecimiento económico y el empleo. La idea no es nueva pero siempre viene bien que se diga ante un foro de 200 ilustres participantes de toda Europa, en una conferencia promovida por la presidencia sueca de la UE.

Los problemas para conciliar vida laboral y familiar, aunque con diferencias, son comunes a todos los Estados miembros y la nueva Estrategia europea por el crecimiento y el empleo que debe elaborarse el año que viene lo tiene que tener en cuenta. En Estocolmo, los participantes en esta conferencia pedían «acción ya».

Foto:UE

Doscientos delegados de toda Europa han subrayado en Estocolmo el impacto de la participación de la mujer en la vida laboral y la falta de incentivos dentro y fuera de casa para su incorporación al mercado de trabajo.

No parece que haya fórmulas mágicas para que la situación cambie pronto. Al menos, los expertos no las saben, pero sí los hechos discriminatorios y las causas que los producen. Por eso, piden que la llamada Estrategia de Lisboa, que no ha cumplido los objetivos que se marcó para convertir a Europa en la primera potencia económica mundial en 2010, tenga mucho más en cuenta a la mujer cuando se propongan nuevos planteamientos para el próximo decenio.

Según los datos aportados en esta conferencia, Europa tiene mucho que hacer todavía para llegar a la igualdad de género en el mercado laboral. La tasa media de empleo femenino es del 59% en la Unión Europea, un 14% menos que el empleo masculino. Las mujeres ganan un 17% menos que los hombres y el porcentaje de mujeres que trabajan a tiempo parcial es cuatro veces mayor que el de los hombres.

Las causas para que la mujer no trabaje fuera de casa tanto como los hombres las sabe cualquier mujer europea, pero los expertos las han redescubierto y sistematizado: las mujeres siguen siendo las primeras responsables del cuidado de los hijos y de los padres. No hay incentivos para que las mujeres se reincorporen a sus puestos de trabajo tras la maternidad, no hay ayudas de la seguridad social, no hay suficientes guarderías ni residencias de ancianos y además los Estados no benefician a las familias cuando trabajan el padre y la madre.

Resolver todo esto es dar una vuelta completa al sistema de ayudas familiares que impera en la Unión, pero aquí se ha dicho que es imprescindible para que esa Estrategia por el crecimiento y el empleo funcione. La conclusión es que la igualdad de género en el mercado laboral no es un lastre para la economía, sino una inversión. euroXpress