El segundo día de huelga de Iberia, de los quince anunciados, se inicia con 232 vuelos cancelados y 5 detenidos durante una concentración de unos 8.000 trabajadores en el aeropuerto de Barajas. El lunes se suspendieron 236 vuelos. El ministerio de Fomento garantiza el 50 por ciento de los vuelos al extranjero y la totalidad de los trayectos a Melilla, Baleares y Canarias. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea recuerda que a pesar de la huelga la compañía debe respetar los derechos de los pasajeros.
Los trabajadores de tierra y los tripulantes de cabina de Iberia y sus filiales, Iberia Express, Vueling y Air Nostrum, han convocado tres semanas de huelga contra el plan de ajuste de la compañía que prevé más de 3.800 despidos, casi el 20 por ciento de la plantilla, formada por unos 20.000 trabajadores. Los paros convocados son entre el 18 y el 22 de febrero, del 4 al 8 de marzo y del 18 al 22 de marzo. La aerolínea ha cancelado más de 1.200 vuelos y hay unos 70.000 pasajeros afectados.
Iberia dice que ha recolocado al 85 por ciento de los viajeros. El Ministerio de Fomento ha fijado servicios mínimos para el 100% de los vuelos con Canarias y Baleares, y las conexiones con Melilla, y del 50% para los vuelos internacionales. Iberia ha preparado un plan de contingencia para mitigar el efecto de la huelga y ha habilitado un número de teléfono gratuito en España para informar a sus clientes. 900 100 480. También en la web de la compañía se pueden consultar los vuelos afectados en las tres semanas convocadas.
Iberia asegura que el año pasado perdió 95 millones de euros en rutas deficitarias que ya ha comenzado a suspender, tal y como está previsto en su plan de transformación, presentado en noviembre pasado. Esas rutas, alrededor del 15 por ciento del total, «ponen en riesgo la viabilidad de la compañía» según los responsables de la compañía. A partir del próximo 1 de abril, dejará de volar a La Habana y a Santo Domingo y también prevé abandonar las conexiones directas a Montevideo y a San Juan de Puerto Rico. Para Iberia se trata de rutas con escaso impacto estratégico, ya que tienen «un alto componente vacacional», un segmento donde «es más difícil competir», por el dominio de los tour operadores, donde Air Europa tiene un tercio del mercado español.
Iberia, fusionada desde enero de 2011 con la británica British Airways, ya ha dejado de volar a Atenas -donde el mercado cayó un 25% en 2012-, a Estambul -Turkish Airlines controla dos tercios del tráfico con una competencia «muy agresiva»- y a El Cairo, destino que aún no se ha recuperado de la «primavera árabe».
Leer en eXp Viajeros informados en los aeropuertos y teléfonos móviles
UE quiere normas más favorables para pasajeros aéreos
Aeropuertos europeos se congestionan