Hungría ha pedido a la UE hasta cinco especialistas en contaminación medioambiental para que asesoren en los trabajos para reducir la toxicidad del barro rojo que se extendió al romperse una balsa donde se almacenaban los residuos de una fábrica de aluminio. El Mecanismo europeo de Protección Civil está activado.
Además es preciso frenar el avance del lodo tóxico, que ha llegado al río Danubio y podría arrastrar la contaminación por Croacia, Serbia, Rumania y Bulgaria. La comisaria europea de Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, ha dicho que «desastres como éste no respetan fronteras y la respuesta europea puede ayudar a poner en marcha la mejor asistencia posible.»
Según la Comisión europea, desde el 4 de octubre, el Centro de Monitorización e Información de la UE ha estado en contacto con las autoridades húngaras para evaluar la situación. Ahora, una vez activado el mecanismo, el Centro ha pedido la actuación de los 31 países que participan en el Mecanismo europeo de Protección Civil, los 27 de la UE más Croacia, Liechtenstein, Islandia y Noruega.
Los equipos de emergencia han conseguido reducir levemente la alcalinidad del vertido, que sigue siendo peligroso. Además es necesario retirar dos centímetros de tierra contaminada por metales pesados en una superficie de 40 kilómetros cuadrados. La organización ecologista WWF ha advertido que la contaminación puede tener un efecto a largo plazo en la flora y fauna de la región.