Human Rights Watch pide más firmeza a la UE contra gobiernos que no respetan los derechos humanos

La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha criticado duramente a la Unión Europea por no actuar con firmeza ante gobiernos abusivos y no presionar suficientemente para conseguir el cambio hacia un mayor respeto por las libertades fundamentales.

En su último informe mundial, HRW concluye que se trata con guantes de seda a los abusadores con fórmulas retóricas como el «diálogo» o la «cooperación», que son una excusa para no hacer nada en la defensa de los derechos humanos.

Niño víctima de los señores de la guerra en África
Niño víctima de los señores de la guerra en África / Foto: HRW

Los métodos retóricos y políticamente correctos que suele usar la UE ante la falta de respeto por los derechos humanos por parte de gobiernos de todo el mundo no son suficientes para lograr el deseado cambio. Hace falta una presión directa que obligue a los gobiernos abusadores a evaluar el coste internacional de sus políticas.

Con este argumento, la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) da un duro golpe a la política exterior de la Unión Europea. «El apoyo ritual al 'diálogo' y la 'cooperación' con los gobiernos represivos es con demasiada frecuencia una excusa para no hacer nada acerca de los derechos humanos», dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, en la presentación este lunes en Bruselas de su último informe mundial.

Roth puntualizó que la cooperación es esencial para la defensa de los derechos humanos, pero añadió que si no hay voluntad política, no hay presión para que un gobierno deje de elegir la represión como método de actuación. «Cuando los gobiernos exponen o condenan abusos, condicionan las ayudas militares o las contribuciones presupuestarias al fin de las violaciones, o exigen el enjuiciamiento y castigo de los responsables de violaciones, elevan el costo para los gobiernos abusivos», dice Human Rights Watch.

No sólo es una crítica general, hay casos concretos y recientes: un acuerdo comercial con el represivo régimen de Turkmenistán, fin de las sanciones a Uzbekistán o avances en el proceso de adhesión de Serbia, a pesar de que Belgrado no ha detenido ni entregado al criminal de guerra Ratko Mladic.

Y la denuncia no se dirige sólo de puertas afuera, HRW considera que la credibilidad de la UE como fuerza defensora de los derechos humanos se gana también en casa. La organización entiende que hay un «amplio historial de discriminación y creciente intolerancia contra inmigrantes, musulmanes o romaníes, un procedimiento de asilo deficiente y medidas abusivas contra el terrorismo», es decir, la retórica que se aplica a países extranjeros no coincide con las garantías civiles en los propios Estados miembros.

HRW extiende su críticas a Estados Unidos, porque considera que las elocuentes declaraciones de Obama no siempre van acompañadas de acciones concretas, e incluso a Naciones Unidas, donde la fórmula del diálogo y la cooperación también se usan como respuesta preferida a la represión.