Según ese índice de homofobia, Reino Unido, España y Suecia son los países más avanzados y tolerantes; Bélgica, Alemania, Holanda, Noruega, Portugal, Dinamarca e Islandia están en posiciones aceptables; mientras que en Italia, Letonia y Malta no se observa ningún punto positivo y Chipre es el país de la UE, en el que más se violan los derechos de los homosexuales.
La conclusión de ILGA es que mientras en algunos países, como Alemania o Portugal, se han registrado notables avances, en muchos otros no se ha progresado en el reconocimiento de derechos y en algunos, como Lituania o Hungría, se observan riesgos de retroceso.
El índice tiene en cuenta 24 categorías sobre legislación antidiscriminación, reconocimiento legal de los transexuales, de los derechos de las parejas del mismo sexo, libertad de reunión y asociación o igualdad de edad para el consentimiento de relaciones sexuales. Atendiendo a esos factores, ILGA ha elaborado también el mapa arco iris de la homofobia en Europa.
Linda Freimane, de la ejecutiva de ILGA, dice que «Europa se considera a sí misma un líder global en derechos humanos e igualdad, pero el mapa y el índice demuestran claramente lo lejos que está de poder reclamar ese título de campeón».
Su frase parece dirigida al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien recuerda, en un comunicado, que la Carta Europea de Derechos Fundamentales prohíbe la discriminación específicamente por orientación sexual y que la lucha contra la homofobia es algo que distingue a Europa de muchas otras partes del mundo. «Nos inspira el sentido de la dignidad humana y la individualidad de cada persona. Todos merecen las mismas oportunidades en la vida».