Según el diario francés «Le Journal du Dimanche», Hollande propone que la aportación económica surja de tres fuentes: los fondos estructurales, el Banco Europeo de Inversión y los bonos comunes o «proyectos de bonos» lanzados por varios países, que servirían para financiar grandes proyectos de infraestructuras continentales.
El programa de estímulo tendría que «desarrollarse antes de final de año con la creación de una tasa sobre transacciones financieras». El político francés propone que se desbloqueen parte de los fondos estructurales para alcanzar los 55.000 millones de euros que llegarían de esa partida. El BEI (Banco Europeo de Inversiones) destinaría 10.000 millones y para ello se necesatarían, por una parte aportaciones suplementarias de los estados y por otra obtener créditos de los mercados. La creación del «proyecto de bonos» comportaría unos ingresos de 4.500 millones aportados por los países europeos para que las empresas privadas pudieran hacer inversiones.
Este plan servirá para desarrollar ámbitos concretos de la economía como el de las redes inteligentes, el agua, las nanotecnologías y nuevos materiales. Según «Le Journal du Dimanche» Hollande transmitió el plan a sus colegas de la UE el jueves para que lo puedan estudiar antes de la cumbre de junio.