Dejando los romances presidenciales a un lado, la agenda del presidente francés está rodeada de grandes reuniones. Esta noche tiene previsto cenar con su compatriota y directora general del FMI, Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial, el surcoreano Jim Yong Kim. El martes será la visita de estado con una ceremonia de acogida en la Casa Blanca y una reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, seguida de rueda de prensa conjunta. Posteriormente se reunirá con el vicepresidente estadounidense Joseph Biden y el secretario de estado, John Kerry, por la tarde mantendrá una reunión con empresarios de ese país y a las siete una cena de estado con Barack Obama.
El miércoles tiene previsto visitar California, donde volverá a encontrarse, en San Francisco, con representantes del mundo empresarial y económico californianos e inaugurará el Hub tecnológico francoestadounidense. Una agenda densa, que seguró se verá ensombrecida por la nueva exclusiva mundial que toca directamente al «corazón de la Casa Blanca».
Estados Unidos y Francia quieren compartir con otros países «el precio y el peso del liderazgo», al tiempo que dan cuenta del buen momento de las relaciones entre París y Washington en asuntos como Irán, Siria, África, el cambio climático o la cooperación económica. Así se expresan los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Francia, Françóis Hollande, en una tribuna publicada hoy en «Le Monde» y «The Washington Post», l coincidiendo con el inicio del viaje oficial de cuatro días del jefe del Estado francés a un país con el que París mantiene «una amistad de más de doscientos años» y que supone la primera visita de Estado de un presidente francés a Estados Unidos desde 1996.
Las relaciones entre ambos países, insisten en ese texto, han mejorado en los cuatro últimos años, desde el regreso de Francia al mando conjunto de la OTAN. EE.UU. y Francia comparten visión sobre gran parte de los principales asuntos internacionales, ambos celebran el primer acuerdo sobre el desarrollo nuclear de Irán y esperan que, a partir de la próxima semana en Viena, se pueda lograr «una solución global para impedir que Irán obtenga el arma nuclear».
En una columna conjunta, Hollande y Obama defienden que la cooperación entre ambos países encuentra «su expresión más visible» en África, donde Estados Unidos ha aportado a Francia apoyo logístico militar en las intervenciones galas en Mali y República Centroafricana.