El encuentro se ha celebrado en París, pocas horas antes de esa cumbre europea del crecimiento, en la que Hollande va a exponer su idea de implantar los eurobonos, como principal instrumento para superar la crisis de deuda en la eurozona.

Pero Rajoy, alineado con las tesis de Merkel, ve ese asunto lejano en el tiempo y tiene una preocupación prioritaria, la prima de riesgo española disparada estas últimas semanas, y la crisis bancaria española. En la rueda de prensa conjunta de los dos mandatarios, el presidente del gobierno español ha reiterado la necesidad de que «se disipe cualquier duda sobre el euro, que se haga un esfuerzo para sostener la deuda de los países que están cumpliendo sus compromisos ante la UE y que haya financiación y haya liquidez».

Nadie nombra expresamente al Banco Central Europeo, pero es el objetivo del llamamiento. El organismo europeo realizó dos inyecciones de liquidez a tres años a la banca, en diciembre y febrero, que estabilizaron la eurozona momentáneamente, y suspendió su programa de compra de deuda de los países con dificultades, España e Italia, hace diez semanas. Hoy Hollande ha dicho ante Rajoy que está de acuerdo en la necesidad de»inyectar liquidez en el sistema financiero europeo y hacer que los bancos europeos puedan consolidarse».

Sobre los eurobonos, Rajoy ha evitado dar un apoyo explícito a Hollande en su enfrentamiento con la canciller alemana. El jefe del ejecutivo español cree que el asunto entra en el debate sobre la integración europea, pero «no creo que se vaya a resolver en el consejo de hoy». Por el contrario, Hollande, ha dicho que será una de sus propuestas al Consejo, «no para entrar en conflicto con otros, pero sería una pena no llegar hasta el final de las propuestas».