Según Greenpeace, el Gobierno holandés ha presentado una solicitud poco frecuente ante el Tribunal Internacional del derecho del Mar (ITLOS, por sus siglas en inglés).Pide que se ordene la liberación inmediata del barco de la organización Artic Sunrise, de bandera holandesa, y de todas las personas que estaban a bordo cuando los guardacostas rusos los abordaron.
Los activistas de Greenpeace, procedentes de 18 países, pretendían desplegar una pancarta en una de las plataformas que la petrolera rusa Gazprom tiene en el Ártico para denunciar los riesgos ecológicos derivados de la extracción de petróleo en el mar.
Los 28 activistas de Greenpeace International, el fotógrafo independiente, Denis Sinyakov y el cámara freelance Kieron Bryant permanecen detenidos desde finales de septiembre en Murmansk, en el noroeste de Rusia. Pueden ser condenados hasta a 15 años de cárcel.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que las acciones del grupo violaban los derechos internacionales y su intento de abordar la plataforma petrolera habría puesto en peligro la vida de 'muchas personas'.
Por su parte el ministerio de Asuntos Exteriores holandés ha señalado que «la liberación de la tripulación y del barco son urgentes».
El ITLOS es un órgano judicial independiente con sede en Hamburgo, Alemania, creado para resolver disputas sobre la interpretación y aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés). Desde que se creó en 1996, se han presentado sólo 21 casos ante este Tribunal.
No se conoce el argumento jurídico que ha presentado Holanda pero, según Grespeace, el abordaje de su barco tuvo lugar fuera de las aguas territoriales rusas, en la Zona Económica Exclusiva de Rusia (ZEE), una zona en la que debe de estar garantizada la navegación.
Varios países han manifestado su inquietud por la suerte de los miembros de Greenpeace, como la canciller alemana Angela Merkel o el presidente francés François Hollande pero ninguno ha tomado medidas efectivas como lo ha hecho Holanda.
El pasado jueves, once premios Nobel, entre ellos el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, escribieron a Vladimir Putin para defender a los 30 encarcelados.