El Primer ministro belga en funciones, Yves Leterme, descarta que la situación de su país vaya a tener consecuencias en los trabajos de la presidencia europea de turno. El programa europeo se ha ido preparando desde hace dos años en cooperación con los gobiernos de las regiones, comunidades y todos los actores del complejo panorama político belga. Por otra parte no es la primera vez que Bélgica preside la Unión en una situación interna parecida, lo hizo así en el primer semestre de 1987.
Leterme se propone aplicar«la letra y el espíritu» del nuevo tratado de Lisboa, continuando lo iniciado por España. Entre sus prioridades está regresar al crecimiento económico sostenible para lo que intentará avanzar en la formación de un gobierno económico europeo, que coordine las políticas nacionales con el fin de evitar nuevas crisis como la actual.
Otra de las áreas en la que el Gobierno belga quiere avanzar es en conseguir un acuerdo global para combatir el cambio climático y progresar en varios asuntos de Justicia e Interior como la lucha antiterrorista, los procedimientos de asilo o la inmigración ilegal.
El inicio oficial de la presidencia ha tenido lugar en Bruselas con una discreta ceremonia, a la que ha asistido el presidente del Consejo Herman van Rompuy, durante la que se ha inaugurado una exposición en el edificio Justus Lipsius del Consejo europeo denominada Moda y diseño – Segunda Mano Segunda Vida, en la que se quiere valorar la creatividad belga dentro del contexto del Año europeo de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Se trata de creaciones de estilistas y diseñadores realizadas con objetos y ropa de segunda mano comprados en mercadillos.
El gran acto popular será la noche del próximo sábado, música, danza, luz, fuegos artificiales en todos los rincones del país y en el barrio europeo de Bruselas.
Podrán seguirlo en directo en la página de la presidencia belga