En España no solo no existe el delito de revelación de secreto bancario, sino que la ley obliga a denunciar cualquier indicio de blanqueo de dinero. La Organización ATTAC pide la inmediata puesta en libertad de Falciani y que se investigue a fondo la evasión fiscal y las cuentas de particulares y empresas españolas en paraísos fiscales.
El 1 de julio de 2012, Falciani llegó al puerto de Barcelona, procedente de Francia. Aquel día se hacía un control aleatorio de pasaportes y su nombre saltó en el ordenador de la policía. Había una orden de busca y captura procedente del tribunal central suizo. Desde entonces está en la cárcel de Valdemoro (Madrid).
Hervé Falciani llevaba seis años trabajando como ingeniero informático en la central suiza del banco HSBC, cuando se dio cuenta de que tenía ante sus ojos en la pantalla del ordenador 130.000 cuentas que representaban un gigantesco fraude a multitud de Haciendas nacionales. De ellas 18.000 de clientes franceses, italianos y españoles. Particulares y empresas.
Entre 2006 y 2008, Falciani hace copia de los movimientos. La información de las cuentas»opacas» sirve para destapar a miles de evasores fiscales en toda Europa y que las Haciendas recuperaran cerca de 10.000 millones de euros. En España se descubren 695 evasores de mayor cuantía y otros muchos de pequeñas cantidades. Entre los más conocidos, Emilio Botín y su hija Ana Patricia, que tuvieron que pagar a Hacienda, entre principal y multa, unos 200 millones de euros.
En 2008 Falciani, de nacionalidad francesa e italiana, es detenido e interrogado. Puesto en libertad, abandona Suiza y se instala en Francia, donde no aplican la extradición para sus nacionales, tampoco en Italia.
Reclamado por Suiza por robo de datos personales, vulneración de datos personales, vulneración de secreto comercial y violación de secreto bancario, la policía francesa registra su casa en Niza e inspecciona su ordenador en el que encuentran los datos de los evasores. Investigan a los franceses y comunican a las autoridades italianas y españolas la información que les atañe.
La datos proporcionados por Falciani han permitido sacar a la luz más de 6.000 millones de euros en España, donde la evasión fiscal es delito y los ciudadanos están obligados a poner en conocimiento de las autoridades a los defraudadores, si los conocen. La Fiscalía española no apoya que Falciani sea extraditado.
Se da el caso de que el banco HSBC fue investigado en el caso GESCARTERA por comercializar cuentas secretas en España. Fue sancionado con una multa de 2,1 millones de euros por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Entre España y Suiza hay un convenio de intercambio de información fiscal, pero Suiza se niega a facilitar datos de las cuentas alegando que la información que ha permitido conocerlas fue robada por un empleado del banco. El secreto bancario en Suiza está protegido por la Constitución y su código civil. Es su industria más productiva.