Hablamos con Nils Muižnieks, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa
Nils Muižnieks es Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa desde el 1 de abril de 2012. Es un experto en el ámbito de los derechos humanos internacionales. Ha sido ministro de Asuntos Sociales de Letonia, y es experto en racismo, intolerancia y derechos de las minorías. En un año ha visitado 17 países europeos para recoger información sobre la situación de los derechos humanos en el continente. Un recorrido que le ha permitido ver cómo la crisis económica y las medidas de austeridad han disminuido la calidad de los derechos de los ciudadanos en toda Europa. Ahora ha visitado España donde se ha interesado en dos temas: la infancia y los discapacitados.
euroXpres.- ¿Qué conclusiones ha extraído de su visita a España?
Nil Muižnieks - La austeridad afecta a los derechos humanos en España, sobre todo a los niños, en concreto ha afectado a la malnutrición y ha aumentado la pobreza infantil. El gobierno es consciente de este problema, pero creo que lo debemos de tomar muy en serio porque va a afectar al futuro de los menores, a su educación, a su salud y a su desarrollo personal. En relación a las personas con discapacidad, España ha hecho un gran progreso en los últimos años, sobre todo en cuanto a la inclusión de las personas con discapacidad, alcanzando unos altos niveles de integración en educación y en el mundo laboral. Está claro que la crisis les ha creado muchos problemas y dificultades, y ahora, quizá la lucha debe centrarse en mantener los logros que se han conseguido en el pasado.
Otro tema que he podido conocer es la acción policial durante las manifestaciones contra la crisis. Creo que hay que hacer más hincapié en que se deben investigar los posibles abusos por parte de los agentes en esas manifestaciones. Vemos muy negativamente los indultos a oficiales que han participado en abusos de autoridad y de violación de derechos humanos.
eXp.- ¿Durante su visita, se ha entrevistado con ministros, miembros de las fuerzas de seguridad, representantes de ONG. ¿Qué va a pasar a partir de ahora con las informaciones que ha obtenido?
N. M.- Durante cinco días, he recogido la información de todos estos grupos. De momento he hecho unas conclusiones preliminares y a finales de septiembre presentaré el informe que va a incluir los comentarios del gobierno español, también voy a hacer un seguimiento con ministros y diputados y más o menos en dos años volveré para ver el proceso que se ha hecho.
eXp - Las medidas de austeridad han sido especialmente drásticas en los países mediterráneos. Ha estado en Grecia, en Portugal, ahora en España
N. M.- Yo diría, que la crisis no solo afecta a los países mediterráneos. En mi país, Letonia, en Estonia, Irlanda, Chipre, Islandia..., todos han sufrido de manera significativa la crisis. En todos ellos afecta especialmente a niños y jóvenes, también hay que tener especial atención con el acceso a la justicia, hay que reforzar la figura del defensor del pueblo, y tener mucho cuidado con las tasas judiciales, para que todo el mundo pueda tener acceso a los servicios de la justicia. También creo que hay fondos que no se utilizan convenientemente por parte del gobierno para que haya se destinen donde se necesitan.
eXp.- Precisamente uno de los grandes afectados ha sido el sistema judicial de muchos países. En muchos casos eso puede suponer más dificultades para los ciudadanos para acceder a la justicia.
N. M.- Si ese es el problema en muchos países europeos. Hay que moderar las tasas y también hay que poner el enfoque sobre la justicia gratuita. También insisto, sobre la figura de los defensores del pueblo porque son más accesibles a los ciudadanos. Hemos visto que en la doctrina establecida por el Tribunal de los Derechos Humanos , algunos países nos dicen que sí que la tienen en cuenta, pero que no hay recursos para implementar esta doctrina en su legislación nacional.
eXp.- Usted es comisario de derechos humanos desde hace un año, ha visitado más de 15 países europeos, del norte, el sur, el este, el oeste.... ¿Ha encontrado problemas comunes?
N. M.- Hay muchas cosas en común pero sólo voy a comentar dos. La primera es que hay que fortalecer y mantener un sistema judicial imparcial y efectivo. El poder judicial tiene que ser fuerte e independiente. Y eso es el principal problema en el norte, en el sur o en el oeste. El segundo es el derecho de las ONG a ser escuchadas por los gobiernos que deben de contar con su participación. En las visitas que he hecho hasta ahora he comprobado la frustración de muchas de ellas, porque a menudo no pueden comunicar su mensaje a las autoridades. Otra cosa compartida es que la crisis afecta a los mismos grupos, en casi todos los países, los gitanos, los migrantes, las personas mayores, LGBT, ellos se enfrentan a una situación de más exclusión, y en el contexto de la crisis, hay más presión sobre ellos y sufren más violencia.
eXp.-La Unión Europea ha llevado a los gobiernos a imponer drásticas medidas de austeridad. ¿Cómo han afectado a los derechos humanos? Le ha hecho alguna recomendación a la Comisión Europea sobre cómo afectan sus políticas a los más débiles?
N.M.- Tenemos un diálogo con la Comisión Europea. La UE, tiene muchos recursos, hacen cosas buenas, pero no todas sus políticas están en línea con los derechos humanos, y cuando vemos problemas, lo criticamos. En situación de austeridad, a veces hay que reducir los presupuestos, pero hay que ser más eficientes porque no se deben centrarse sólo en la reducción de los presupuestos, sino en repartir de manera ecuánime los recursos que hay.
eXp.- Suponemos que algún día acabará la crisis. ¿Qué habremos perdido por el camino?
N. M.- Creo que tenemos que enfocar todos los esfuerzos en los niños y en los jóvenes, porque es la inversión de futuro, en la educación, en la sanidad. Si tenemos niños que no creen en la cooperación a nivel europeo, en la solidaridad, estamos comprometiendo a Europa, entonces creo que hay que poner el hincapié en los niños y en los jóvenes como inversión de futuro. Tenemos que minimizar el impacto de la crisis sobre ellos. Una preocupación que tengo, es que todo lo que hemos conseguido en la posguerra, el modelo de bienestar que hemos establecido, - entiendo que a lo mejor no es sostenible todo lo que hemos conseguido hasta el momento- y lo que no podemos hacer es desechar todo el modelo. Pero en el futuro, tenemos que conservar las partes principales de ese modelo.