La primera campaña oceanográfica del proyecto Artic Tipping Points, que quiere decir exactamente lo que se han encontrado –Cambios Bruscos en el Ártico- acaba de regresar. El estudio ha sido financiado por la UE y en él ha participado un equipo de investigadores españoles del Centro Superior de Investigaciones Científicas.
El proyecto pretendía determinar a partir de qué nivel de calentamiento se pueden producir cambios bruscos en el Ártico. Carlos Duarte, responsable del equipo español ha afirmado que "las predicciones que hablaban de una rápida fusión del hielo se han visto sobrepasadas por las observaciones", durante los dos últimos años ha tenido lugar una pérdida muy rápida de hielo en el Océano Glaciar Ártico, que ha supuesto la disminución a la mitad de la superficie que quedaba normalmente al final del verano.
La espectacular aceleración que ha adquirido la pérdida de hielo en los últimos años sugiere, a juicio de los investigadores, que el cambio climático ha entrado en una nueva fase en esta región que tendrá consecuencias en todo el planeta. Las especies árticas han comenzado a desaparecer, se ha comprobado la elevada tasa de mortalidad de un pequeño crustáceo, de 3 milímetros de tamaño, que es fundamental en la cadena alimentaria del ecosistema marino del Ártico. La desaparición del placton hace que el océano pase de ser un sumidero de CO² a convertirse en emisor de carbono y entrar en el círculo vicioso del calentamiento global.
En 20 años o quizá menos tiempo, el océano Glaciar Ártico podría quedar libre de hielo en verano. Un terreno que pierde la naturaleza y gana la especulación. Se abrirían nuevas líneas de navegación que acortarían las rutas actuales, con la contaminación que esto lleva consigo y quedaría libre un gran territorio para la prospección petrolífera.
En esta investigación han participado además de científicos españoles, investigadores noruegos, daneses, rusos, polacos, portugueses, franceses, británicos y suecos.