Una conferencia se celebra este domingo en Caracas. El lunes una en Montreal y otra en Bruselas,, en todas se hablará de Haití y de la mejor forma de ayudar a su reconstrucción.
No importa la magnitud de la tragedia, el mundo siempre se divide en dos bloques, por lo menos.
Una de las partes, «naciones amigas», liderada por EE UU se reúne en Canadá. Estados Unidos, Canadá, Francia, Brasil, UE – representada por España como país que ostenta la presidencia de turno-, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y la ONU entre otros. Se tratará la situación actual de Haití. De la mejor forma de abordar la reconstrucción del país, y de organizar una conferencia de donantes en marzo que se podría celebra en República Dominicana.
En Caracas, se reúnen los componentes del grupo Alba, no tan amigos de los Estados Unidos y a los que se les complica el envío de ayuda por la presencia de barcos estadounidenses. Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Honduras, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas debaten la forma de enviar ayuda y participar en la reconstrucción.
Por su parte la conferencia de Montreal servirá para confirmar a Estados Unidos en su papel protagonista en la ayuda a Haití. Parte del trabajo ya se ha hecho antes de que la conferencia comience. La secretaria de Estado, Hillary Clinton y la jefa de la diplomacia canadiense, Lawrence Cannon, que presidirá la cita, ya han coordinado de antemano sus posiciones en una conversación telefónica que mantuvieron el viernes.
Canadá, cuya Jefa de Estado, Michaëlle Jean, es de origen haitiano, ha prestado importantes ayudas a Haití: ha enviado unos 129 millones de dólares, más otros 60 en donaciones privadas, ha instituido un puente aéreo para ayuda humanitaria, enviado dos buques de guerra y otro de carga con material para obras de reconstrucción.
Ha prometido acelerar los trámites para las solicitudes de reunificación familiar y adopciones de niños, pero se ha negado a admitir a los haitianos cuyos familiares, residentes en Canadá, querían acogerlos en sus casas.
Por su parte Estados Unidos, ha recibido duras críticas por la forma en la que desembarcó en Haití. En un primer momento envió 10.000 soldados, ayuda médica y humanitaria, un portaaviones, cuatro buques guardacostas y una importante flota aérea. Este sábado ha llegado un nuevo contingente militar y se espera que en las próximas horas llegue a los 20.000 efectivos .
Francia, otro de los actores importantes en la dolorosa historia de Haití, ha mostrado su extrañeza ante tal despliegue militar. El secretario de Estado francés de Cooperación, Alain Joyandet, dijo que era el Consejo de Seguridad de la ONU el que debía definir el papel de los Estados Unidos en el país caribeño. "Se trata de ayudar a Haití, no de ocupar Haití" dijo en Puerto Príncipe ante las muchas dificultades que tuvo que sortear para que EE UU dejara aterrizar un avión francés con un hospital móvil a bordo. También hubo tensiones entre trabajadores de la ONU y militares norteramericanos.
Aunque hay que reconocer que han sido los soldados de ese país los que han puesto en funcionamiento el aeropuerto y parcialmente el puerto marítimo.
Este viernes EE UU y Naciones Unidas han firmado un acuerdo aclarando la responsabilidad del organismo mundial para coordinar los esfuerzos internacionales de ayuda.
La muerte de gran número de trabajadores de la ONU, víctimas del terremoto, desconcertó en un principio a la organización que en estos momentos cuenta en Haití (MINUSTAH) con 12.651 soldados y policías y es responsable de ayudar a las autoridades haitianas a mantener "un ambiente seguro y estable", según el acuerdo firmado.
La UE por su parte, que estuvo representada por la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, quien se trasladó a Puerto Príncipe pocos días después del terremoto, ha aprobado una ayuda de unos 430 millones de euros y a petición de la ONU enviará unos 200 gendarmes.
España, podría enviar entre 20 y 40 guardias civiles. El Gobierno español ha realizado hasta ahora 16 vuelos con ayuda humanitaria. Está en camino el buque Galicia con 450 militares a bordo y una unidad de ingenieros.
Francia tiene sobre el terreno a más de mil personas y realiza vuelos periódicos con ayuda y material desde las Antillas francesas.
Las últimas cifras que se han dado dicen que al menos 75.000 personas han sido enterradas en fosas comunes. 133 han sido rescatadas de las ruinas. La asistencia a los damnificados es la prioridad ya no se buscan supervivientes. Hay entre 500.000 y 700.000 desplazados. Unos 508 campamentos de refugiados, aunque solo 6 tienen agua potable. Según UNICEF es posible que unos 15 niños, que han desaparecido de los hospitales, hayan caído en manos de mafias que trafican con menores. Según un portavoz de la ONU, la mayor parte de los supermercados abrirá la próxima semana, los bancos y los negocios que reciben las remesas desde el extranjero comienzan a trabajar. Unos 150 aviones con ayuda aterrizan diariamente en el aeropuerto de la capital, mientras más de mil esperan para poder aterrizar . Pero en el interior, en localidades que sufrieron graves daños por el seismo como Carrefour, Leogane o Petit Goave, todavía no llega la ayuda porque las infraestructuras se han destruido, la población está desesperada.