Haití, el precio de la libertad

En el siglo XVIII, desde Haití se exportaba el 60% del café que se consumía en Europa y el 40 % del azúcar, cuando el terremoto ha asolado el país ya no quedaba nada de eso. Ni árboles, ni caña de azúcar solo quedaba pobreza y miseria.

Los haitianos fueron los primeros que se rebelaron contra la esclavitud y tuvieron éxito. Pero el mundo se lo ha hecho pagar muy caro. Es terrible tener que decirlo, pero la naturaleza ha hecho que esos países que vengaron con crueldad la revuelta de los esclavos ahora se vuelquen en reconstruirlo. Haití se merece ser libre por fin. ¿Será posible que después de tanta desgracia tengan un poco de paz?.

mapa de Haití
Mapa de Haití/Foto:CE

Haití se divide con República Dominicana la isla La Española. Fue el primer país independiente de Latinoamérica y vivió la primera revolución de esclavos que triunfó. Hasta el día 12 de enero ha sido el país más pobre de Latinoamérica y desde ese día, además el más desgraciado del mundo. Cuando Colón llegó a la isla, en su primer viaje, bautizó esa parte del territorio con el nombre de Navidad. Parte de la tripulación se estableció allí, esclavizaron a los locales y los hicieron trabajar en las plantaciones y las minas. En aquella época ya se registraron varias revueltas que fueron sofocadas a sangre y fuego.

Más tarde fue colonizada por Francia. En 1780, se había convertido en la principal colonia francesa y probablemente la más rica del mundo, desde allí se exportaba el 60% del café que se consumía en Europa y el 40% del azúcar.

Se había establecido una fructífera economía basada en el mal trato que se daba a los esclavos y su muerte prematura. Así que había que importar grandes cantidades de mano de obra. El tráfico marítimo, la piratería, la trata de esclavos... todo era negocio.

Una revolución cruenta estalla en 1791, los esclavos matan a todos los blancos y destruyen las haciendas que representan la opresión. Se convierte en el segundo país del mundo en alcanzar la independencia, después de Estados Unidos, y el primero en el que una revolución de esclavos tiene éxito.

Estados Unidos lo recibe como un mal ejemplo, en las mismas puertas de su casa, para sus esclavos y establece un férreo boicot. Todos los países del mundo, en los que se practicaba la esclavitud, le dan la espalda. En 1826 para salir del aislamiento se comprometió a pagar a Francia una indemnización de 150 millones de francos, unos 21.000 millones de dólares de hoy día.

La deuda externa, la violencia continua y las luchas entre diferentes grupos, negros, mulatos, cimarrones, dictadores crueles, políticos corruptos y una continua intervención internacional han dejado un país exhausto a merced de las catástrofes naturales.