Una propuesta para reformar la Política Agraria Común (PAC) está sobre la mesa. De aquí a 2012 los gobiernos de los 27 Estados miembros tomarán parte en las discusiones y tendrán derecho de veto junto con el Parlamento Europeo, como dice el tratado de Lisboa. En 2013 se definirá el presupuesto y el 1 de enero de 2014 entrará en vigor la nueva PAC. De aquí a entonces tendrán lugar complicadas negociaciones.

La Comisión Europea propone una reforma en la que se tenga en cuenta no solo a los agricultores, también al medio ambiente «La agricultura europea debe ser competitiva desde el punto de vista económico, pero también medioambiental» ha dicho el comisario de agricultura, Dacian Ciolos, que ha añadido que el sector agrícola «no incumbe solo a los agricultores, sino a todos los ciudadanos de la UE en tanto que consumidores y contribuyentes».

En estos momentos el gasto agrícola de la UE está en torno al 40% del presupuesto total, unos 60.000 millones de euros. España recibe unos 7.500 millones de euros.

Después de consultar a agricultores, ganaderos, industria, consumidores y otros grupos de interés en el sector la Comisión Europea marca en su documento tres líneas sobre las que debe apoyarse la reforma de la PAC. Una producción que garantice el suministro seguro y de calidad, una gestión sostenible de los recursos naturales y el mantenimiento del«equilibrio territorial y la diversidad de las zonas rurales».

Uno de los puntos más sensibles de la futura reforma es el reparto de las ayudas. Los Estados que se han adherido más recientemente a la Unión se quejan de un trato desigual. El sistema actual de ayuda por hectárea y por productividad se basa en datos históricos y beneficia a los que produjeron más entre 2000 y 2002, eso hace que un agricultor griego reciba una ayuda cinco veces mayor que otro de Letonia, por ejemplo. Pero los casos más claros de desigualdad, y que siempre se citan,están en las ayudas que recibe la casa real de Inglaterra o la casa ducal de Alba en España.

Para la próxima reforma habría tres opciones: la más radical que terminaría con las ayudas y la mayor parte de las medidas intervencionistas en los mercados; una segunda que haría mejoras limitadas como una redistribución más equitativa de los subsidios y finalmente otra intermedia que establecería un régimen de ayudas más equilibrado, más justo y más duradero.

El comisario Ciolos, apuesta por esta última posibilidad y cree que muchos Estados miembros también lo harán, aunque un pequeño grupo formado por Suecia, Gran Bretaña y Países Bajos piden un cambio más radical en la política agraria.

La nueva ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino española, Rosa Aguilar, dijo al asumir el cargo que la defensa de los agricultores y ganaderos españoles será un «objetivo irrenunciable» en la negociación de la nueva PAC.

La Comisión Europea señala que la agricultura es mucho más que el alimento fresco y el pan que llega a nuestra mesa cada día, es también la que gestiona el suelo, las materias primas la biodiversidad y el agua. En la UE hay 14 millones de explotaciones agrarias que ocupan más de la mitad del territorio. La agricultura es fundamental en la lucha contra el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Esa es una labor que también debe ser recompensada. Esta consideración medioambiental ha sido bien valorada por SEO/BirdLife y WWF España, que esperan que ese compromiso con el medio ambiente sea real y se vea reflejado en la reforma final.

La Comisión Europea debe presentar una propuesta legislativa «con cifras, criterios y evaluación de impacto» en julio de 2011 a partir de entonces comenzará el debate entre los Estados miembros y en el Parlamento Europeo. Durante 2013 debe quedar lista para entrar en vigor el 1 de enero de 2014 hasta 2020.