La reestructuración de los bancos que han recibido ayuda pública está bastante avanzada, siguiendo los planes trazados por la Comisión, según ha dicho el vicepresidente económico Olli Rehn, quien ha añadido que «el marco regulatorio, de supervisión y gobernanza del sector bancario se ha reforzado considerablemente, con el fin de garantizar que las prácticas irresponsables que condujeron inicialmente a la crisis no se repitan.»
El programa ha alcanzado el doble objetivo de reparar y reformar el sector financiero español, y de este modo crear una base sólida para la recuperación económica. Estos esfuerzos han estado acompañados de, por un lado, importantes reformas estructurales destinadas a restablecer la competitividad y, por otro, de una importante consolidación presupuestaria con el fin de garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Según Rehn, los retos a los que se enfrenta España siguen siendo considerables y «no debe haber autocomplacencia. Deben mantenerse los esfuerzos para lograr que la reducción de la tasa de desempleo, que sigue siendo dramáticamente elevada, sea continua y sostenida. Las reformas deben proseguir y la consolidación presupuestaria debe continuar según lo acordado.»
El comisario termina su comunicado diciendo «No obstante, hoy podemos concluir que el programa ha funcionado. Gracias a los esfuerzos y la determinación de las autoridades españolas y al apoyo y la solidaridad de los Estados miembros de la zona euro, ha vuelto la confianza en la economía española.»
Aunque continuará la supervisión de la 'Troika' hasta que España devuelva el dinero del rescate.