Son Nghiem, científico de la NASA creía que estaba soñando «Era tan extraordinario que me pregunté: ¿es real o se debe a un error en los datos?». El experto recuerda que el pasado 12 de julio, cuando analizaba los datos del satélite Oceansat2, de la organización india de investigación espacial, le pareció que una gran parte de Groenlandia se estaba derritiendo.
Más tarde los datos de otros satélites confirmaron la situación. Una vez elaborados los mapas correspondientes al derretimiento vieron que el 8 de julio se había perdido el 40 por ciento de la superficie de la capa de hielo. Cuatro días después se había derretido el 97 por ciento.
El fenómeno se conoce una semana después de que un iceberg de un tamaño dos veces Mahattan se desprendiera del Glaciar Petermann, en la costa noroeste de Groenlandia.
En el verano, se derrite aproximadamente la mitad de la capa de hielo de Groenlandia de forma natural, la mayor parte del agua procedente del deshielo en los lugares elevados se vuelve a congelar inmediatamente, en las zonas cercanas a la costa una parte se queda en el hielo de alrededor y la otra fluye hacia el océano.
Este año no ha sucedido eso y los científicos deben estudiar si toda esa agua va a contribuir a que suba el nivel del mar.
Según la glacióloga Lora Koening, este suceso ocurre cada 150 años aproximadamente. La vez anterior fue en 1889, estamos bastante cerca del periodo de tiempo, han pasado 123 años. «Si seguimos observando este tipo de derretimiento en los próximos años habrá que preocuparse», ha dicho la experta.
Este verano ha coincidido con una ola desacostumbrada de aire caliente sobre Groenlandia. Los picos calientes se suceden desde finales de mayo. Cada oleada ha sido más fuerte que la anterior.