La «Green Week», Semana Verde europea, se inauguró el martes en Bruselas y hasta el día 4 hace su labor anual de concienciación sobre el respeto al medio ambiente. Exposiciones y conferencias, dedicadas este año a la pérdida de la biodiversidad, que reúnen a 3.800 expertos europeos, representantes de gobiernos, de ong y científicos para repasar el estado de la cuestión. La premisa es que la pérdida de biodiversidad, a largo plazo, es más peligrosa que la crisis económica.
Ése fue el aviso con el que el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, inauguró ayer la Green Week. «Las consecuencias inmediatas para la población no debería cegar a los efectos de una crisis que es menos visible por ahora pero incluso más peligrosa en el largo plazo.»
Potocnik dijo que la biodiversidad no se protege con un par de leyes: «La verdadera respuesta debe ser estructural, llevando a cabo una cierta transformación de nuestra economía en otra más sostenible. Una repuesta que funcione más allá de los sectores y las fronteras.»
Por eso, una vez más, se confía en la Estrategia 2020 para hacer esa transformación. El comisario europeo hablaba de regulación, incentivos y mercados basados en mecanismos para fomentar la ecoinnovación, la sostenibilidad, el consumo y la producción.
La Green Week se presenta como una oportunidad única para intercambiar experiencias y buenas prácticas. Se celebra sólo unos días después de que un eurobarómetro demostrara que sólo el 38% de los europeos conocen el significado del término biodiversidad. euroXpress