El nuevo ejecutivo griego ha tomado posesión de su cargo este sábado con la responsabilidad de poner en marcha las medidas de austeridad que le exige Bruselas a cambio de ayuda financiera. Curiosamente, al frente de la cartera de Finanzas seguirá el mismo hombre, el socialista Evangelos Venizelos, que fue la mano derecha de Papandreu en los últimos dos meses.
En el nuevo gobierno el PASOK tiene doce ministros, los conservadores de Nueva Democracia han querido evitar el desgaste a tres meses de las elecciones y solo han colocado a dos de los suyos y el partido ultraderechista LAOS tiene ahora un ministro, por primera vezen la historia democrática de Grecia. En total son 47 miembros, entre ministros, viceministros y secretarios de Estado.
El gabinete de unidad nacional deberá rendir cuentas ante la UE y el FMI en unos días, cuando comprobarán qué medidas se han puesto en marcha. El cumplimiento de las promesas griegas es imprescindible para que se liberen los retrasados 8.000 millones de euros que Grecia necesita en diciembre para pagar pensiones y salarios públicos.
Pero además está pendiente el cierre de los acuerdos adoptados en el último Consejo Europeo y en la reunión de los líderes del Eurogrupo, donde se decidió la condonación de un 50% de la deuda griega y un nuevo rescate financiero por 130.000 millones de euros.
Venizelos ha reconocido que las condiciones son complicadas pero confía en sacar al país de la actual dramática situación y cumplir los compromisos con los acreedores internacionales.