Un número sin precedentes de personas refugiadas continúa llegando en barcas hinchables y cayucos a la isla griega de Lesbos, «lo que está generando una enorme presión sobre la capacidad, los servicios y los recursos de la isla», informa el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Alrededor de 600 personas, procedentes principalmente de Siria, Afganistán e Irak, países todos ellos en conflicto, llegan cada día a las islas helenas. La mitad desembarcan en Lesbos.
Las cifras van en aumento mes a mes. En enero se registraron 737 y 1.002 en febrero, se alcanzaron las 3.348 en marzo, y en abril la cifra rozó las 5.000 personas, mientras que en mayo lo hicieron más de 7.200. Centenares de refugiados dejan la isla con destino a la península cada día, tras haber sido identificados, ser sometidos a un examen médico y ser registrados. Un proceso que aún esperan entre 2.200 y 2.500 refugiados, según los datos de ACNUR.
Ante esta situación, el Alto Comisionado «está incrementando su presencia en Grecia y en el sur de Italia para responder al drástico aumento de refugiados y migrantes», ha apuntado el portavoz de este organismo en Ginebra, Adrian Edwards. Las cifras de personas, de vidas, que se juegan todo en busca de un futuro cruzando de forma lamentable el Mediterráneo supera las 100.000 en lo que va de año. Según la información reciente difundida por este organismo de Naciones Unidas, se han registrado concretamente unas 103.490 llegadas de personas refugiadas e inmigrantes a Europa a través de este mar Mediterráneo, que parece haberse convertido en una gran fosa de la que no se conoce los cadáveres que alberga. La distribución por países es la siguiente: 54.000 a Italia, 48.000 a Grecia, 91 a Malta y 1.400 a España.
Por otro lado, en los cinco primeros meses del año han sido rescatados 46.500 inmigrantes, posteriormente trasladados a costas italianas, un doce por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, según datos de la ONU. El Gobierno italiano pronostica que a lo largo del año llegarán unos 200.000 inmigrantes al país por mar, 30.000 más que el año pasado
Huyen de la guerra y la violencia
No sólo ACNUR está alertando de esta situación. «De entre todos los sirios que se ven obligados a huir de la guerra y de la violencia, cada vez son más los que están utilizando la ruta del este del mar Mediterráneo para llegar a Europa, lo que está provocando que un número sin precedentes de refugiados esté llegando hasta las islas griegas», informó hace unas semanas la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF).
Esta organización denuncia «las condiciones de vida poco dignas» y la carencia de servicios sanitarios que tienen que soportar los migrantes, solicitantes de asilo y los refugiados que llegan tras la dura travesía en el mar. «Todos los que llegan deberían poder contar con refugio y aseos, deberían poder recibir alimentos de una manera organizada y deberían poder tener acceso a la asistencia sanitaria básica», ha criticado Stathis Kyrousis, coordinador general de MSF en Grecia.
«La mayoría de los refugiados son sirios, aunque también hay afganos y subsaharianos. El cierre y blindaje de las fronteras terrestres de la UE no deja otra opción a los refugiados y a los migrantes que la de utilizar la vía marítima para tratar de solicitar asilo en Europa», denuncia esta organización internacional. Y es que, los refugiados cruzan el mar Egeo oriental desde Turquía en pequeñas y frágiles embarcaciones y barcas hinchables; en el mejor de los casos, arriban a una de las diferentes islas griegas o son rescatados en el mar.
El verano, el momento más complicado
MSF también muestra su preocupación ante la posibilidad de que la situación en las islas griegas empeore si no se hace nada para prepararse para esta llegada, que suele incrementarse en época estival aprovechando el buen tiempo. Solicitan por ello a las autoridades nacionales y a la Unión Europea que acuerden un plan de contingencia para hacer frente a las necesidades que puedan surgir. «No estamos aún en la temporada alta, que habitualmente llega entre julio y septiembre, y esto ha hecho sonar las alarmas. De continuar con este incremento en el número de llegadas, mucha más gente tendrá que ser asistida en los próximos meses», alerta Kyrousis.
Por su parte, el coordinador de operaciones para migración de MSF, Manu Moncada, advierte de que «puede producirse un posible cambio en la tendencia migratoria como resultado de la creciente inestabilidad en Libia y las restricciones de visado impuestas a los sirios por parte de Argelia y Líbano».