Colegios y farmacias cerrados, barcos amarrados a puerto, hospitales que trabajan con personal de emergencia, transporte parado... ese es el panorama en Atenas este miércoles. Los paros han sido convocados por el sindicato del sector privado, GSEE y el del sector público ADEDY.
Hacia el mediodía trabajadores, pensionistas y parados marchaban hacia el Parlamento. En un comunicado el GSEE decía que los paros responden a las «políticas sin salida que han oprimido a los trabajadores y hecho miserable al pueblo griego», y aclaraba «estamos en huelga y luchando para poner fin a la austeridad».
Los sindicatos dicen que su mensaje está dirigido a la canciller Angela Merkel, que tiene previsto reunirse con el primer ministro griego, Antonis Samaras, en Atenas el próximo viernes.
Los griegos se han manifestado en numerosas ocasiones desde que el país fuera rescatada por primera vez en 2010 y comenzaran los ajustes, pero las protestas han ido perdiendo fuerza y la fatiga y la resignación han ido embargando a los griegos que han perdido casi un tercio de los ingresos en medio de un paro galopante. Una de cada cuatro personas en edad de trabajar está desempleado.