Los ministros de finanzas de la eurozona estudian en Bruselas la forma de que Grecia pueda reducir su deuda con la banca privada a la vez que intentan que la crisis no se contagie dentro y fuera de la zona euro e incluso de la Unión Europea.
La directora del Fondo Monetario internacional (FMI) dijo este domingo en Berlín que la situación no está muy lejos de la de los años 30. Aunque confió en que los líderes europeos sepan lo que tienen que hacer, tras un 2011 en el que «mucho de lo que podía salir mal, salió mal». Se verá hasta que punto este martes cuando el FMI publique sus pronósticos para 2012.
Es muy optimista pensar que los líderes hayan aprendido de los errores, pero las conversaciones en Atenas están estancadas. La Comisión Europea espera que se solucione esta semana, alargando el plazo que estaba fijado para este lunes. El gobierno griego debería haber llegado a un acuerdo con los banqueros para que estos aceptaran «voluntariamente» condonar 100.000 millones de euros de deuda pública, de forma que pasara del 162 por ciento del PIB, unos 350.000 millones de euros, al 120 por ciento en 2020, mediante un canje de bonos. Pero todavía no se ha resuelto el interés de esos bonos y las pérdidas que tendrán que asumir los bancos.
De esas conversaciones depende que la UE y el FMI desbloqueen la segunda parte del rescate, unos 130.000 millones de euros. A Grecia le corre prisa recibir ese dinero porque el 20 de marzo le vence una deuda de 14.500 millones de euros.
Más cuestiones se discuten en Bruselas, el representante español en el BCE José Manuel González Páramo termina su mandato en mayo. Tradicionalmente España ha tenido un asiento en el banco europeo, pero es posible que los problemas en la economía española animen a Luxemburgo y a otros a disputarle el asiento. La persona que España propone es Antonio Sáinz de Vicuña, en la actualidad director del servicio Jurídico del BCE.
El pacto fiscal para la eurozona y los países de la UE que quieran adherirse, es otro tema fundamental que se debe dejar resuelto para el consejo de líderes del 30 de este mes y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que se debe potenciar para que esos dos cortafuegos impidan que los problemas lleguen a España o Italia.
El ministro español de economía, Luis de Guindos, se estrena en este consejo. Explicará a sus colegas las medidas que el Gobierno de Mariano Rajoy aplicará para cumplir con los objetivos de déficit del 4,4 por ciento en 2012 y del 3 por ciento en 2013. Unas medidas que, según las previsiones de los expertos, llevarán en el primer trimestre de este año a los 5,3 millones de parados.