«Ahora ya se dan las condiciones para adoptar una decisión sobre el desembolso del próximo tramo de asistencia financiera a Grecia y para un rápido progreso en un segundo plan de asistencia» señalaba el comunicado conjunto del presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso y del presidente del Consejo, Herman van Rompuy.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional habían exigido que el Parlamento heleno aprobara dos proyectos de ley, uno de austeridad y el otro detallando como se va a ejecutar el primero para no dejar que el país fuera a la bancarrota. Sin los fondos europeos el gobierno griego se habría quedado sin dinero a mediados de julio. Con la primera ayuda podrá llegar a septiembre y entonces deberá demostrar que está llevando a cabo las medidas si quiere recibir más fondos del paquete de 110.000 millones de euros aprobado el año pasado.
Las medidas de ajuste del gobierno griego prevén ahorrar 78.000 millones de euros hasta 2015, con impuestos más altos, venta de empresas e inmuebles estatales.
En la calle más de 300 personas resultaron heridas en enfrentamientos con la policía. Han sido 48 horas de resistencia a los planes de austeridad. La policía respondió a la ira de los ciudadanos con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos. El caos fue tal que los heridos tuvieron que ser atendidos en el metro y trasladados los más graves por este medio de transporte a los hospitales.
El próximo domingo, 3 de julio, los ministros de finanzas de la eurozona darán el visto bueno a los 12.000 millones de euros, quinto tramo del primer paquete de ayuda. Los bancos alemanes han acordado la participación de los inversores privados en el segundo paquete de ayuda. Aportarán 3.200 millones de euros. Además de ese dinero la banca alemana tiene unos 10.000 millones de euros en bonos griegos, están entre los mayores poseedores de deuda griega.