El portavoz del gobierno griego, Pantelis Kapsis, ha anunciado que «todas las exigencias del Eurogrupo se cumplen. Esperamos que el lunes se dé luz verde al nuevo préstamo». La reunión de los ministros de finanzas de la eurozona convocada para entonces estaba pendiente de que se incluyera esa partida de 325 millones en el último plan de austeridad aprobado por el Parlamento.
La exigencia de la troika figuraba en el primer intento, pero el líder de Nueva Democracia, Antonio Samaras, favorito en las próximas elecciones, se ha venido oponiendo a bajar las pensiones, que ya han sufrido dos recortes. Ahora, no se ha especificado las partidas que se verán afectadas, pero el portal griego de información económica Capital calcula que 75 millones saldrán del presupuesto de jubilaciones, el resto se ahorrará en gastos de Defensa y mediante adelantos en los recortes del sector público.
Solo unas horas antes del anuncio de Atenas, otra vez se extendían los rumores de que los socios de la eurozona podrían retrasar el préstamo de al menos 130.000 millones de euros a Grecia hasta después de las elecciones previstas en abril.
Los incumplimientos del gobierno griego y la inutilidad del primer plan de rescate de 110.000 millones de euros mantienen la desconfianza en la eurozona que ahora podría plantear un retraso hasta la formación de un gobierno griego salido de las urnas o un rescate escalonado. La cuestión es que antes del 20 de marzo, Atenas tiene que disponer de 14.500 millones de euros para hacer frente a los vencimientos de su deuda.