La UE ha hecho un llamamiento a la calma y a la moderación y ha recordado que Albania es un país aspirante a pertenecer a la Unión y que cuenta con las instituciones democráticas necesarias. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la embajada estadounidense en Tirana se han sumado al llamamiento y reclaman un diálogo constructivo y un compromiso para resolver las diferencias políticas existentes. Al menos tres personas han muerto y decenas han resultado heridas. Varias de ellas de gravedad.
Unas 20.000 personas se han manifestado ante la oficina del primer ministro, Sali Berisha, han lanzado palos y piedras y prendido fuego a varios vehículos. La policía ha utilizado armas de fuego, cañones de agua y gases lacrmógenos para reprimirlos. La protesta había sido convocada por la oposición para reclamar la dimisión del primer ministro tras varios escándalos por corrupción en el país. La oposición albanesa, no acepta los resultados de las elecciones legislativas de junio de 2009, que dieron la victoria al partido de Berisha por un estrecho margen y reclama nuevos comicios.