Cumbre UE-Marruecos en Granada, la primera internacional de la Unión con el Tratado de Lisboa, la primera con un país árabe, la primera de la presidencia española. Expectación mediática. Fuertes medidas de seguridad. Resultado oficial: fuerte avance de los objetivos de paz, estabilidad y desarrollo que persigue la UE. Atención periodística y ciudadana: el conflicto del Sáhara Occidental está vivo y las posiciones, encontradas.
El nivel de la cumbre ha sido alto: presidente del gobierno español, presidente estable de la UE, presidente de la Comisión europea, primer ministro de Marruecos. Ha Faltado la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Ashton, ya abroncada con anterioridad por los socios europeos por esta ausencia injustificada.
Todos han querido dar a la cumbre la importancia que pretender dar a Marruecos y a sus relaciones con la UE. Y de Granada sale la voluntad de diálogo y acercamiento por ambas partes. La cumbre constituye una gran plataforma para la consolidación de los intereses que España como país tiene en su política de relación hacia el sur y también en su política de orientación desde la UE, ha dicho Zapatero, mientras el primer ministro marroquí. Abbas el Fasi, aseguraba que la cooperación avanza lentamente de forma segura y ha sido un éxito porque existe confianza mutua.
El Sáhara, conflicto vivo
Hasta aquí, lo positivo y lo esperado, pero el conflicto del Sáhara Occidental ha planeado sobre la cumbre y se ha llevado los titulares. Empezando por el propio rey de Marruecos, que desde Rabat ha enviado un mensaje a Granada, en el que pide a la UE, además de un partenariado privilegiado, que apoye su iniciativa de otorgar a la región del Sáhara una amplia autonomía en el marco de la soberanía del Reino y de su integridad nacional y territorial. Zapatero ha dicho que España es favorable a seguir un camino de entendimiento que es el camino del diálogo, pero siempre bajo lo acordado por Naciones Unidas.
La cuestión ha subido de tono cuando el propio presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, ha pedido a Marruecos avances en las libertades fundamentales y en los derechos humanos. Y más aún, con la presencia en Granada de la activista saharaui, Aminatu Haidar, quien denuncia la traición de España con el pueblo saharaui por hacer seguidismo de Rabat, cuyo régimen califica de totalitario. Cientos de personas se han manifestado por las calles de Granada en apoyo de la causa saharaui.
En una declaración recogida el sábado por la agencia argelina APS, el jefe del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz advertía de que la firma de acuerdos entre la Unión Europea y Marrruecos que incluya a los territorios o las aguas marítimas de Sahara Occidental ocupado, es una violación flagrante de la legalidad internacional y un atentado a los fundamentos de la UE.
Quejas de los agricultores españoles
Al margen del conflicto del Sáhara, en Granada también se han puesto de manifiesto las quejas de los agricultores españoles quienes, en otra manifestación, denunciaban lo que consideran competencia desleal de Marruecos en sus exportaciones a la UE, sobre todo de frutas y verduras. Varias organizaciones agrarias han pedido que haya mayores controles sobre los productos marroquíes para que cumplan con todos los requisitos sanitarios. euroXpress