El ministro de Justicia británico, Chris Grayling, ha dicho en un comunicado que la reina Isabel II ha concedido el perdón a Alan Turing por «una sentencia que ahora se consideraría injusta y discriminatoria». Añade que «el perdón de la reina es un tributo a la altura de un hombre excepcional».
Turing, era matemático y sus trabajos fueron clave para el desarrollo posterior de la informática, sobre todo un artículo que publicó en 1936 en la revista de la London Mathematical Society, sobre los números computables.
Formó parte del equipo de criptoanalistas de la esguela del gobierno de códigos y cifrados (GC&CS) de Bletchley Park que acabaría descrifrando el funcionamiento de Enigma, la máquina de cifrado que los submarinos alemanes del mar del Norte usaban para sus comunicaciones.
Poder descifrar los mensajes nazis fue fundamental para acortar la Segunda Guerra Mundial pero no llegó a conocimiento de los británicos hasta 1974, veinte años después de la muerte de Turing. Cuando han pasado 40 años más el primer ministro, David Cameron, habla del matemático como un hombre que «jugó un papel clave en la victoria de este país en la Segunda Guerra Mundial rompiendo el código Enigma alemán», y reconociendo su aportación a la investigación matemática mundial «también dejó un legado nacional reseñable con sus importantes logros científicos, siendo a menudo señalado como el padre de la computación moderna», dice el comunicado.
En 1952 fue detenido y juzgado por homosexualidad, que en Gran Bretaña se consideró delito hasta 1967. Para evitar entrar en la cárcel aceptó ser inyectado con estrógenos para anular su libido, lo que se conoce como castración química. A los 41 años, en 1954, se suicidó ingiriendo cianuro, aunque las circunstancias de su muerte siguen siendo cuestionadas.
En los últimos años se han sucedido las peticiones para que fuera rehabilitado. En 2009, el primer ministro Gordon Brown, presentó sus excusas al reconocer que fue tratado «horriblemente». En 2012, al cumplirse 100 años de su nacimiento, el físico Stephen Hawking y otras diez figuras del mundo científico británico, enviaron una carta al diario The Daily Telegraph reclamando el perdón formal del «emblemático héroe británico». Finalmente ha llegado el momento.