El presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, anunció la convocatoria de «huelgas de advertencia» contra la decisión de GM de cancelar la venta de su filial europea a Magna como se había convenido.
Los trabajadores de Opel en Alemania apuestan por la venta al consorcio de Magna y la rusa Sberbank, que ellos juzgan es la opción menos perjudicial para las factorías alemanas, en las que trabajan un 50% de la plantilla total.
Además, el comité de empresa alemán teme que GM pueda volver a sus planes iniciales de reestructuración, que pasaba por el cierre de tres plantas, las alemanas de Bochum y Kaiserslautem y la belga de Amberes.
Por su parte el ministro de economía alemán, Rainer Bruderle, ha afirmado que «El comportamiento de General Motors es totalmente inaceptable tanto para Alemania como para los trabajadores de Opel».
El ministro de Industria español Miguel Sebastián ha dicho que el acuerdo con magna es el «mínimo aceptable» en esta nueva situación. Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, expresó su confianza en que la decisión de GM «no impida la viabilidad de la factoría de Figueruelas». El acuerdo con la fábrica de España fue, tras largas y duras conversaciones, llegar a 900 despidos a cambio de garantías de estabilidad en los próximos 10 años.
El vicepresidente de Finanzas de GM en Europa, Enrico Digirolamo, ha afirmado que Figueruelas será «clave» en la nueva estrategia de la empresa en Europa.
La Comisión Europea ha pedido que el nuevo plan de reestructuración de GM para Opel se base únicamente en criterios económicos sólidos. Además anunció que vigilará que cualquier ayuda pública que puedan dar los Gobiernos de la UE respeta las normas europeas y no se usa para imponer condiciones de localización de las plantas o los puestos de trabajo.
El pasado 17 de octubre, Bruselas exigió a Alemania que aclarara que su paquete de ayudas por valor de 4.500 millones de euros erra independiente del «inversor que se escogiera». Además tuvo que especificar que GM podría reconsiderar su decisión de vender a Magna. Estas garantías fueron necesarias al constatar que la oferta de Magna beneficiaba a las plantas de Opel en Alemania en detrimento de las establecidas en España, Bélgica o Reino Unido.
Pese a estas garantías el portavoz de Competencia de la Comisión Europea, Jonathan Todd, ha dicho que la UE no puede obligar a Alemania a dar las ayudas a GM «es el Gobierno alemán el que debe decidir si las mantiene». euroXpress